Capítulo 3:Conexión.

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Advertencia: Este capítulo contiene escenas sensibles y delicadas que pueden resultar perturbadoras para algunos lectores y conflictivas para personas religiosas. Se recomienda discreción. No hagas malos comentarios, si no te gusta solo salte.

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Stefano Hills.

Ese mismo día minutos después de salir de la casa Whitman.

Sacando el celular de mi bolsillo con una mano, tomo el volante con la otra mientras manejo hacia la propiedad Hills. Entrego el teléfono a Said, quien lo conecta al Bluetooth del auto para realizar una llamada. La voz angustiada de Uriel se hace evidente al contestar mi llamada.

—¿Y? —increpa. —¡¡Aaaay!! Me van a despedir, me van a despedir, seguramente ya le dijo al idiota de su marido que yo soy el espía de ustedes, ¡La cagué!

—Uriel... —intenta hablar Said pero el chico no lo deja por su pánico.

—¡Uriel! —le grito exasperado y se queda callado. —compórtate como un hombre y deja de lloriquear...ella no le dijo nada.

—Usted... ¿Cómo puede estar tan seguro? —increpa.

—Uriel, ya habría expresado sus quejas. —le respondo.

—O tal vez simplemente teme confrontarlos —añade él.

—Es una posibilidad. —dice Said, bajando la ventana para sacar un puro, encenderlo y dar una larga calada antes de exhalar el humo. —Pero eso no afecta nuestros planes. ¿Las cámaras espías?

—Las tengo... —responde Uriel con un tono lleno de duda y nervios que puedo percibir. —¿Pueden recordarme qué es exactamente lo que debo hacer?

—Queremos que ingreses a la casa y ubiques las cámaras en la sala de estar, en la habitación de Annie y su esposo, y en el baño que utilizan.

—¿P-peero, cómo se espera que haga eso? —tartamudea.

—Busca la manera. —concluye Said antes de cortar la llamada, interrumpiéndole antes de que pudiera decir algo más.

—Es una diosa en todo su esplendor... —dice Said. —Lástima que esté con esa patética y mala representación de hombre.

—Va a ser nuestra. —le recuerdo.

—Es cierto... nuestra. —añade, sonríe con satisfacción, cierra los ojos y apoya la cabeza en la cabecilla de el asiento para exhalar el humo. —y cuando eso suceda... —empieza.

—La única manera de separarse de nosotros va a ser con la muerte. —concluyo.

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Said.

Viernes.

EE. UU/ Boston

Templo Satánico (The Satanic Temple, TST)

Cubro mis manos con un par de guantes de látex negro antes de tomar una navaja. Observo a mis hombres arrastrar a un hombre con una bolsa negra en la cabeza, que no deja de gritar y pedir por piedad. En la mafia, esta no es la excepción..es peor, he aprendido que una vez que entras, no sales, ni siquiera en la muerte. Tu alma es arrebatada para someterla a una tortura eterna.

Cautiva De Dos Sombras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora