Bienvenidos al mundo de Seventeen.
Disfruta de las cortas historias que te traigo de cada integrante, porque todas merecemos soñar con ellos 🖤.
✨Actualizaciones constantes✨
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Centro Médico Asan.
Isabella.
—¿No estás emocionada? —preguntó Dae a mi lado, dando pequeños brincos de felicidad provocando que algunos bolígrafos salieran de la bolsa de su bata. Se agachó a recogerlos y se puso de pie con rapidez —. Veo que no.
—¿Por qué estaría emocionada? —pregunté ida mientras terminaba de completar datos de la historia clínica de un paciente nuevo.
—Te tocará estar bajo el servicio de Hong —susurró colocando las manos sobre sus palmas de manera dramática —. Cámbiamelo.
—No —respondí divertida —, no es la gran cosa Dae.
—Claro que lo es, Is —murmuró con su ceño fruncido —, todos quieren estar con él.
—Yo quiero aprender de él, no estar con él —especifiqué divertida, guardando mi pluma favorita en el bolsillo de mi bata y cerré la carpeta para dársela a la enfermera Kim quien me veía con una sonrisa pícara.
—Todas quieren estar con él —repitió la enfermera —. Tengo esposo y quiero estar con él.
—Por Dios —murmuré espantada —. Ni si quiera soy de aquí. Seguramente no le gustan las extranjeras.
—Es un buen punto. De esa manera me lo puedo quedar yo —sonrío victoriosa en forma de burla solo para molestarme, como solíamos hacerlo seguido.
—Mi momento de irme ha llegado. Tengo que buscarlo para presentarme —les dije a las dos que me miraban expectantes.
—Está en la sala de doctores, no tiene consulta así que seguramente estará ahí —avisó Dae mordiendo su labio inferior y yo la miré esperando que fuera broma —. ¿Qué? —preguntó inocente —, me sé su horario.
—Busca ayuda, Dae —dije burlona antes de irme y buscarlo justo donde me había dicho ella.
Caminé por el pasillo y antes de llegar a la sala de doctores, me topé con mi cosa favorita aquí en el hospital: la máquina de café.
—Veamos... ¿un americano? Me ayudaría a despertar —murmuré para mi misma viendo la pantalla de la máquina —, ¿un capuchino? Muy dulce, lo dejaré para al rato...
—Yo recomendaría un latte con leche de almendras de la cafetería de abajo —dijo una voz a mi lado, tomándome por sorpresa y carcajeé nerviosa al ver su amable rostro.
