❥︎Parte 9.1

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La mirada del castaño estaba completamente perdida en las olas de humo que salían de la taza blanca sobre la meseta, perdido en los mismos pensamientos que no han abandonado su cabeza desde el día anterior.

Y todo se resumía en Yoongi.

Su hermoso y perfecto alfa, el mismo que parecía haber perdido el alma después del celo y que estaba allí, le daba besos, lo abrazaba para dormir y se despedía antes del trabajo, pero seguía pareciendo ausente.

—¿Jimin?—Taehyung se puso frente a él con otra taza en las manos y el castaño por fin movió sus ojos, tomando la taza para beber a la vez.

—Uhmm, me encanta la manzanilla.—Expresó sincero y Taehyung frunció el ceño.

—Lo sé, por eso te lo puse.—Sonrió, pero Jimin no lo siguió.—¿Qué pasó, Minie?

El castaño suspiró y bajó la mirada, encogiéndose de hombros por no saber qué contestarle a su mejor. No podía hablarle mal de Yoongi, porque este realmente no se estaba comportando mal, pero definitivamente sí diferente.

—Las cosas no han estado precisamente bien aquí.—Dijo suavemente y su amigo se pasó una mano por el pelo, asintiendo.

—Eso está claro. Porque dime, ¿Qué hace Yoongi trabajando si estás tú aquí?—El menor se encogió de hombros y volvió a pegarse a taza.—Pensé que pasarían toda la semana.

—Eso creía yo, pero no llegamos ni a tres.—Se quejó, son poder borrar la expresión triste de su rostro.—Discutimos o algo así, después del celo.

—¿Por qué?

—Por... por un bebé.—Eso hizo a Taehyung abrir los ojos.—Sí, se negaba a que me pusiera la inyección.—Tae iba a hablar, pero el menor lo frenó.—Y no, ya no estaba en celo.

—Jimin, no entiendo, pensé que tenían eso hablado.—Expresó con preocupación por el rojo que se estaba subiendo por el cuello y mejillas de Jimin. Así mismo sus ojos estaban siendo invadidos por lágrimas.

—Yo... yo pensé lo mismo.—Sorbió su nariz.—Pero él me sacó en cara la edad, supongo porque en poco tiempo ya no seré fértil o cuando mi hijo tenga diez yo tendré cincuenta.—Secó la lágrima que bajaba por su mejilla.—Pero se enojó o algo así y... bueno se fue al trabajo esta mañana.

—Es un...—Frenó sus palabras, luciendo molesto.—Es que no sabe quedarse y dialogar.

—Es que lo hicimos, pensé que estábamos bien hasta que me soltó que no lo llamara "bebé".—Se quejó, su narcita toda roja. Su mejor amigo se sintió igual.—Y no hemos hablado mucho desde entonces. Me besó antes de dormir, me abrazó mientras dormíamos y se fue esta mañana.

Estaba dolido, él y su omega lo estaban. El comportamiento de Yoongi estaba completamente justificado porque claramente no todo era cosa suya, sino también del alfa deseoso por descendencia que tenía.

Lo que no entendía era la forma en la que se estaba comportando con él. Yoongi tenía la capacidad de controlar, al menos un poco, a su alfa y calmar su molestia para impedir que sus deseos mandaran de esa manera sobre el estado de ánimo del humano y no le hiciera daño de esa manera a su omega.

Porque obviamente Yoongi estaba al tanto de su tristeza, y eso lo que más le dolía, que parecía no importarle como su omega se sentía.

—Jimin, ustedes son pareja, una pareja enlazada, no puedes permitir que pasen mucho más tiempo enojados.—Le recomendó, insistiendo en la palabra "pareja".

—Lo sé, Tae, pero no es como que yo quiera estar de esta manera.—Soltó frustrado.—Traté de explicarle que no podíamos tomar la decisión de un hijo así, pero él no-

Be My Alfa| ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ| OMEGAVERSEOù les histoires vivent. Découvrez maintenant