Capítulo 53: El segundo combate (parte 1)

55 9 1
                                    


La cuenta atrás para que el segundo duelo comenzara se podía ver perfectamente en una de las pantallas del estadio. Treinta, veintinueve, veintiocho... El espacio ampliado todavía no se había extendido por lo que podíamos ver perfectamente a sus rivales, al otro lado de la Arena. Kelsey me observaba con una sonrisa burlona en el rostro. Parecía que la última victoria la había vuelto más prepotente de lo que era. Bien. Eso nos daría una ventaja. Desde nuestra posición, podía ver perfectamente todos sus gestos y expresiones. Por el contrario, Ronan mantenía un perfil bajo, como queriendo pasar desapercibido. No debían de estar a más de veinte metros desde nuestra posición y, aun así, en cuestión de segundos serían cientos de metros.

Aiden debía de estar notando la tensión que tenía en mi interior sin necesitar mirarme a la cara. Mis emociones fluían por el vínculo, era consciente de ello, haciendo que Aiden tuviera sentimientos que no debería reconocer como propios. Quince, catorce, trece... No quedaban mucho más de diez segundos y Aiden ya estaba de los nervios. Empezó a dar pequeños saltos en el sitio, moviendo los brazos, supongo que para entrar en calor. Al final se había olvidado comentarle a Adrik que le curara la pequeña herida del brazo, pero si tenía un poco de cuidado, ni siquiera le limitaría ningún movimiento. Tres, dos, uno...El contador parpadeó varias veces con el cero en la pantalla antes de que un pitido anunciara el comienzo. En cuanto Aiden y yo dimos un paso al frente, y nos metimos en la zona ampliada, aparecimos en mitad de la jungla, como el duelo anterior.

En aquel momento, estaba lloviznando, elevando la humedad del ambiente al extremo y aumentando la sensación térmica. Era ligeramente agobiante. Aiden y yo empezamos a andar sin ninguna dirección concreta, intentando ubicarnos en el mapa que teníamos en la cabeza.

Justo antes de comenzar el duelo, Loan nos había enseñado un plano con la distribución anterior. Una de las normas que existían desde que comenzaron los duelos, era que ningún entorno se podía repetir, siempre eran únicos, pero la distribución solía ser parecida: una zona elevada, una zona pantanosa, un río...

—¿Intentamos subir hasta ahí? —me preguntó Aiden, señalando una elevación a escasos cincuenta metros de su posición.

Asentí como respuesta. Kelsey y Ronan debían de estar manteniendo sus energías ocultas, para impedir que los localizásemos. Necesitábamos trazar un plan antes de que fuera demasiado tarde. La última vez habían jugado con nosotros, controlando, absorbiendo nuestra energía sin que nos diéramos cuenta. No tenía claro de cuál sería la estrategia que tenían pensado realizar aquella vez.

En cuanto llegamos a la zona donde la pendiente se hizo más pronunciada, empezaron nuestros problemas. La lluvia había mojado todo el terreno, formando una especie de barro, mezclado con muchas plantas y hojas, haciéndolo terriblemente resbaladizo. Cuando Aiden se cayó por tercera vez intentando subir la pendiente llegamos a la conclusión de que no sería posible.

—Hay que pensar en otra cosa —dijo Aiden limpiándose la tierra de las manos en la equipación—. Si usamos la magia para subir ahí arriba estaremos gritando nuestra posición.

Tenía barro por todos lados, incluso en el pelo, pero la lluvia que había pasado de una llovizna fina a un chaparrón, lo estaba deshaciendo poco a poco, haciendo que le quedaran restos por la cara. Unos segundos después los dos estábamos completamente empapados.

—¿Y si...? —empecé a decir, justo antes de sentir un cosquilleo en el pie.

Cuando me quise dar cuenta, algo se empezó a enroscar por mi tobillo y, antes de que pudiera reaccionar, tiró de mí hacia arriba. Me encontré colgado, bocabajo a varios metros de altura, sujeto por el tobillo, en el cual notaba una profunda quemazón.

Victoria ColateralTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon