🍃Capítulo 37🍃

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Su camino es lento mientras avanza por los pasillos de aquel edificio, otra vez está ahí, buscando de donde provienen esos gritos tan desgarradores que le lastiman el corazón, porque sabe de quien son.

-¡Alex!

Grita tratando de encontrarlo, buscando de puerta en puerta en ese edificio, a pesar de conocer esos pasillos se siente como un laberinto. No se detiene hasta que al abrir una de las puertas frena en seco al recibir de golpe de nuevo ese aroma a brandy que le rodea haciéndolo sentirse mareado.

-Otra vez no, por favor -Dice tratando de mantenerse de pie recargado en una de las paredes, entró tratando de huir de esa horrible sensación de sumisión que le provoca, pero fue inútil-

De nuevo escucha ese horrible silbido, tapa sus oídos y cierra sus ojos con fuerza, no quiere oírlo. Silba tan cerca suyo que de un momento a otro solo hay silencio.

Solo unos segundos después abre sus ojos despacio y es empujado por eso hombre asustándolo.

-Hola, conejito -Dice burlesco al verlo intentar alejarse, de nuevo le sujeta de las muñecas, viéndolo divertido mientras se acerca a su cuello- Ya veo porque dejas encantado a todos, tu aroma es tan magnífico -

Sus feromonas son más fuertes e intensas estando cerca de él que le eriza la piel, su omega duele al estar siendo obligado a inclinar su cabeza.

-Es una pena que Erik se entere así.

Abrió en grande sus ojos al notar que el mencionado entra a la habitación.

-Erik...

-¿Cómo pudiste, Charles? -Podía ver el rostro decaído del otro, lo que solo le destrozó- Yo te di todo y tú me traicionaste -

-Erik yo...¡agh!... -Sebastián le tomó del cuello cortando su respiración, mareandolo aún más con ese aroma tan repugnante-

-No seas cínico, conejito, lo traicionaste esa es la única verdad.

El aroma es tan fuerte, su pecho duele tanto que las lágrimas ya comenzaron a bajar por sus mejillas, quiere liberarse, pero siente más presión, como si lo encerraran llegando a un punto en que ya sus piernas fallan y cuando esta resignado a caer de rodillas al suelo abre sus ojos de golpe con la respiración agitada, pero manteniéndose en su sitio, los primeros rayos del amanecer que entran por el ventanal le iluminan el rostro, haciéndolo recordar donde está, al igual que el brazo alrededor de su cintura le recuerda con quien también.

Suspira pesado cuando Sebastián llega a su mente de nuevo, causándole un escalofrío al recordar esa incómoda sensación que le provocó su aroma ese día, es un punto en el que aún no entiende como lo hizo, ¿cómo logró someterlo?, ¿a quién tiene de su lado que sea capaz de lograr tal cosa? termina de volver a la realidad cuando varios sonidos conocidos de su teléfono le llaman la atención.

Trata de no ser muy brusco al salir de los brazos del alfa, quien aún duerme plácidamente, camina hasta la cómoda frente a la cama, donde se encontraba su celular, lo toma palideciendo al instante en que lee cada texto que le fue enviado.

De inmediato las lágrimas aparecen, pensando en todo lo que pasó anoche, guía su mirada por instinto hacía el alfa en la cama:

"No otra vez, no puedo hacer esto si te engaño de este manera tan cruel"

-Tengo que acabar con esto - Limpia sus lágrimas y se dirige de inmediato al baño, necesita ducharse lo más rápido posible.

Necesita arreglar todo, antes de que no haya marcha atrás en el desastre que su estúpido miedo provocó.

𝐻𝐸𝐿𝑃 𝓥𝓲𝓭𝓪𝓼 𝓲𝓰𝓾𝓪𝓵𝓮𝓼, 𝓔𝔁𝓹𝓮𝓻𝓲𝓮𝓷𝓬𝓲𝓪𝓼 𝓓𝓲𝓼𝓽𝓲𝓷𝓽𝓪𝓼Where stories live. Discover now