UN INVIERNO CALUROSO [+21]

CAPÍTULO 19

       
        Sophia

Desde que tuve sexo con mi esposo me negué a cualquier pensamiento que me haría recordarlo. Pero hoy por primera vez me permito revive ese día y está mal, está mal porque no debería hacerlo, porque sería volver a herir a Damson y es lo que menos quiero hacer. Pero ¿Qué hago si también siento las mismas ganas que él? Volver a sentir eso tan extraño pero peligrosamente inolvidable que me hizo sentir.

No le conté a mi mejor amiga porque sabía que hacerlo me iba a permitir revivirlo de nuevo y no quería porque si lo hiciera, iba a terminar mal. Lo sé porque justo lo que temía está por ocurrir.

Lo tengo pegado a mi cuerpo con sus ojos fijos en mi boca, no sé si esperando una respuesta mía o anticipando mi próximo movimientos.

Las ganas de pegar mis labios a los suyos no me faltan, es más, estoy hirviendo por dentro del deseo que me devora, pero debo pensar en el hombre que me ama y que también amo, por él y por salvar ese sentimiento que tenemos, me alejo quitando sus brazos de mi cintura.

- Creo que mi padre te está esperando.

Me mira incrédulo, frunciendo el entrecejo esperando que diga algo sobre lo que me acabo de decir, pero no lo hago.

Se da la vuelta y sube las escaleras que da a la entrada de la mansión Pregona sin voltear a mirarme.

Suelto un largo suspiro y hago lo mismo. Encuentro a mis padres en el salón viendo el programa de cocina que salíamos ver los tres desde que era pequeña.

Y niego aceptar que todo eso es una actuación, una mentira, son demasiado felices.

- Cariño ¿Cómo ha sido tu día?

Pregunta mi mamá cuando estoy por subir a mi cuarto, bajo se un escalón.

- Bien mamá, nada fuera de lugar.

- Buenas tardes señora Pregona _ saluda Patric dejándose ver a mi lado.

- Hijo no te he visto, ¿Cómo estás?

Pregunta ella dejando los brazos de mi padre para ponerse de pie, viene hacía nosotros para saludar a su yerno.

- Bien señora_ recibe el beso que le dejq mi mamá sobre su mejilla y se acerca a mi padre para darle la mano _ Señor Pregona_ se dan la mano.

- ¿Hijo todo bien?

¿Hijo? ¿Y desde cuándo tienen tanta confianza?

- Sí suegro gracias ¿Me puede permitir un momento? Quiero platicar de algo con usted.

- Claro siéntate.

Palma el sofá para que tome asiento.

- A solas será mejor.

Mi padre lo mira extraño.

- Entonces vamos a mi despacho.

Se van uno detrás del otro

- Me alegro cariño que te hayas podido liberar temprano hoy_ la voz de mi madre me hace desviar la mirada de los dos hombres que se pierden en el fondo del pasillo para centrarla en ella_ por cierto tu madrina estuvo aquí.

- Me lo ha dicho ma, nos vimos en la empresa.

- Vale

Se vuelve al sofá para bajar el volumen de la televisión cuando ve a la servidumbre que acompañe a Nana Esther en cocina arreglar la mesa

- Mi amor cámbiate para la cena que ya la va a servir Nana Esther.

- Vale ma, mientras mi papá esté con Patric me voy a cambiar _ asiente_ bajo enseguida.