El Diablo

93 7 1
                                    

Dicen que los pecados se cometen por tentacion,que el diablo tienta al hombre para que peque,y sinceramente...tal vez yo sea el diablo que tento a aquel hombre con el que casi hice el amor en su auto. Tal vez yo soy el diablo o el demonio que hace que las personas cometan pecados,por mas que se haya sentido increible,eso fue incorrecto,el tiene pareja. cuando la lujuria gana,no se piensa con logica,se piensa solo en complacer tanto a ti como a la otra persona. Yo no pense en Giselle o en otros,solo pense en el,en mi,en mis deseos y placer,por mas que me arrepienta de haberlo besado,el tiempo no se vuelve atras.

Lo unico que recuerdo es que habia golpeados sin querer mi cabeza contra el techo del auto,ese fue mi momento de lucides,lo mire por un instante,y decidi que no queria esto,no ahora. Me eche para atras,tome mi sosten y me lo coloque de nuevo rapidamente,el solo me miro confundido. Salí de aquel auto con mi respiración aceler ada,el gritaba mi nombre,llamándome. Trato de tomarme del brazo,pero yo gire,y sin previo aviso,le metí una bofetada.

—No vuelvas a tocarme!—. Dije alterada. —¡No vuelvas a besarme,ni a mirarme,ni nada que este relacionado conmigo!.

Me observo sin entender nada,como si yo hubiera perdido la cabeza,tal vez la había perdido,tal vez me golpee muy fuerte,no lo sabía.

—Neri...—. No lo deje terminar de decir mi nombre.

—¡Tampoco digas mi nombre!.

Me puse la blusa,luchando por no dejar que las lágrimas fluyan por mis ojos,luchando por no derrumbarme delante de él. Busque mis llaves en el bolsillo de mi chaqueta,el seguía intentando hablar conmigo,hacerme entrar en razón,lo seguía esquivando,me subí a la moto,casi me caigo.

—La puta madre.

Golpee el volante con enojo,mi mano se le hizo una ligera hinchazón,me había reventado una vena o algo así.

–¡Nerina!—. Me Grito,estaba frente a mi,levante la mirada,me abofeteo la mejilla,fue como un cable a tierra. Sentí aquel ardor escaso,mi respiración quedó atorada en mi garganta,estaba tal vez en shock,o tal vez me di cuenta de lo que estaba haciendo. Solté el aire lentamente,y asenti con lentitud.

—Nerina...¿Qué mierda te pasa?—. La pregunta sonó casi irreal,no sabía que me pasaba,solo sabía que estaba actuando mal en querer acostarme con el novio de Giselle,no podía ser así.

—Te bese,me besaste,casi cogimos ¿y me preguntas que me pasa?...Han,esto esta mal,muy mal,tu tienes novia,yo ni siquiera soy parte de tu vida,no te conozco de casi nada,esto va muy rápido y no quiero que me den una bala en la cabeza por culpa de un maldito error.

Solté todo lo que tenia guardado,le dije lo que pensaba con claridad,a pesar de tener muy poco claro esto. Pensé en Giselle,ella no se merece esto,no me cae bien,pero tampoco para meterme con su pareja,tampoco como para incitar a Han a pecar con un demonio como yo.

—Pero fue mi decisión también...tu no me obligaste—. Vi como su pecho bajaba y subía un poco más rápido,agitandose un poco.

—¡No,claro que no te obligue!—. Me exalte un poco. —Nunca dije que te haya obligado,pero tampoco voy a seguir con esto,no voy a seguir para que tu termines mal por mi culpa.

Ambos nos quedamos callados,en un silencio muy incómodo,el viento soplaba suavemente y levantaba un poco de polvo. Mi cabello,atado en una coleta alta,se mecía un poco,mi mente se quedó en blanco,no quería hablar más,no quería discutir más,esto se me salio de las manos. Cuando uno cae en una droga,piensa que lo tiene todo controlado,pero luego,se hace Adicto,se le dificulta salir de eso,y Han era mi droga,Han era mi maldita adicción,lo envolví como una serpiente a su presa,y yo,era la serpiente,el...mi ratón.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 24 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Misión Escarlata •Han Lue•Where stories live. Discover now