†𝔠𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 11: 𝔇𝔢𝔰𝔠𝔲𝔟𝔯𝔦𝔪𝔦𝔢𝔫𝔱𝔬, é𝔩 𝔢𝔰𝔱𝔞...†

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— Puede perder cuidado — afirmó terminando de revisar a la persona inconsciente — Tranquilícese Señor Xiao, él esta bien — trató de persuadir al alfa al ver su mirada preocupada.

— ¿Por qué sucedió esto? — murmuro acercándose a ver al hombre postrado en la cama.

Hace algunas horas atrás, Zhan despertó algo desorientado, miro el techo desconocido por unos momentos, para levantarse de golpe al no reconocerlo. Examino su entorno y entonces recodó los sucesos del día anterior, giro de manera rápida para ver un bulto en las sábanas, dudo un poco, pero extendió la mano para tomarla con suavidad y retirarla.

Dejando ver a una personita, de cabellos claros y alborotados como el nido de un pájaro; sonrió dulcemente ante la vista, no es que no prestara mucha atención al chico, pero temeroso de hacerlo enfadar, evitaba mirarlo demasiado. Ahora tenia la oportunidad, así que sin desaprovechar se inclinó un poco para verlo mejor, sus pestañas largas y oscuras se colgaban sobre unos ojos cerrados; bajando un poco más la mirada se encontró con unos esponjosos labios de color cereza; de manera inconsciente se toco los labios y sus orejas se tiñeron de rojo.

Se alejo del cuerpo y se regañó mentalmente por pensar en "maltratarlos", apenado se ocultó tras sus manos, duró unos momentos hasta recomponerse. Se levanto y caminó hacia el baño, para asearse; una vez terminado salió y buscó con la mirada sus ropas anteriores, al dar con ellas saco su billetera y decidió comprar el desayuno.

Aunque se sintió incomodo ante el pensamiento, no es que pudiera preparar el desayuno en la nada, tomo un cambio de ropa, una simple camiseta blanca de mangas cortas y unos pantalones azules largos, aun era temprano así que dejo descansar al castaño.

Regreso tras unos minutos con dos bolsas, las puso sobre la mesita de noche y se acerco al cuerpo dormido; realmente no tenia la voluntad de despertarlo, pero la comida que trajo se iba a enfriar, así que con el poco coraje que tenia llamo al hombre.

Sin embargo, no recibió una respuesta, volvió a llamarlo un poco más claro, pero tampoco funciono, recitó su nombre varias veces, pero Yibo no daba indicios de despertar.

Algo paranoico al verlo tan quieto lo sacudió ligeramente, sin recibir una respuesta; puso un dedo debajo de su nariz comprobando su respiración y como si un balde de agua fría cayera sobre su cabeza su expresión cambio.

Toco una de las mejillas y el calor que emitían no era normal, escandalizado, grito suplicante — ¡Yibo!

Tomo el teléfono que vio en cerca de la puerta y llamo al doctor encargado de su tratamiento, dándole la dirección colgó la llamada. Dejo descansar una toalla fría sobre la frente del castaño y espero impaciente la llegada del especialista; Zhan empezaba a considerar llevarlo a un hospital, pero no confiaba en ellos.

En unos minutos escucho la puerta ser tocada con insistencia — Señor Xiao ¿está ahí?

Reconoció la voz y se dirigió a la puerta para abrirla y jalar al doctor, este al ver su impaciencia pregunto sobre los síntomas, dejo de hablar cuando vio a alguien sobre la cama — revísalo ahora — ordeno el alfa.

— ¿Quie-

— Ahora — insistió, apretó el brazo y lo arrastro cerca del cuerpo.

El doctor sin perder tiempo, examino al castaño, no salía ni un sonido de sus labios y eso desesperaba aun más al alfa.

Después de unos minutos un suspiro salió de los labios del doctor, le dio una mirada tranquilizadora — él está bien, solo está agotado.

— ¿Por qué sucedió esto?

𝓐𝓶𝓸𝓻 𝓪 𝓬𝓾𝓪𝓵𝓺𝓾𝓲𝒆𝓻 𝓿𝓲𝓼𝓽𝓪 // 𝒁𝒉𝒂𝒏𝒚𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora