Ni en el más loco de sus sueños Xiao Zhan pensó reencontrarse con el omega que se encargo de endurecer su corazón, Wang Yibo era su nombre.
-Te aborrezco Xiao.
-El sentimiento es mutuo Lao Wang.
Estas dos personas tendrán que convivir por un tiempo...
El cielo estaba despejado, los rayos de luz se colaban por las esquinas de la cortina y se posicionaron en Yibo, quien frunció el ceño y giro su rostro ante la presencia de luz. Unos minutos después el "bip bip bip" empezó a sonar. Abrió los ojos con pesadez y levanto la mirada al despertador para alzar su brazo y apagarlo. Le tomo unos momentos para poder despertar y por fin levantarse.
Con pasos perezosos se dirigió al baño, para comenzar a quitarse las prendas. Se miro al espejo y sus cabellos estaban levantados y desordenados, tenía unas marcas en su mejilla. Se lavo la cara y cuando el agua se filtro por su rostro empezó a ser más consciente de su estado, estaba tan cansado.
Todo sea por la nota.
Se estiro y vio el resto de su cuerpo por el espejo, hombros y espalda algo anchas, su abdomen marcado y sus piernas largas. Rio sin gracia sin duda tenia el aspecto de un alfa. Pero incluso si ese fuera el caso, también seria un defectuosos ya que él no tenia celo. Apretó los puños para después soltarlos y entrar en la bañera.
Una vez terminado se puso una bata y se dirigió a su habitación para vestirse. Unos pantalones oscuros, una camiseta blanca y su cadena de plata. Se arreglo el cabello y se miro tras el espejo y sin duda era muy guapo, se dio 32 elogios al corazón. Estaba en su momento, además Zhan se había ido hace ya tiempo. Levanto la camiseta y la sujeto con sus dientes, dio su mirada felina.
Recodo una pregunta de Yubin — Bobo ¿Cómo te definirías en una palabra?
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— Sexy— respondió mirando su reflejo para luego sonreír.
Se volvió a acomodar la camiseta y agarro su mochila para ir a la sala. Se sentó y levanto la tapa de vidrio.
Panqueques, se veían realmente esponjosos acompañados con fresas y miel. Un batido de durazno. Levanto un tenedor para pinchar el panqueque y esta se movió, una sonrisa se coló por sus labios
Realmente esponjoso.
Cuando los probo creyó que lloraría, sin duda su gege nunca perdía el toque, su cocina era exquisita, Zhange seria una buena esposa.
Una vez terminado y alabar a su gege mentalmente, salió del departamento. En el pasillo estaba sacando sus audífonos y su mirada choco con la de alguien, la mujer que ayudo con sus bolsas. Se inclino en modo de saludo, pero la mujer se volteó rápido y escapo.
Yibo la siguió con la mirada hasta que esta desapareció por en una esquina. Levanto una ceja y se encogió de hombros, para salir del edificio.
Era temprano así que fue con paciencia a la universidad, mientras caminaba sintió la vibración de su bolsillo, saco su teléfono y sonrió al ver el nombre del remitente.
— Buenos días — ronroneo.
— Buenos días didi — respondió —¿estas yendo a la universidad?
