𝓐𝓶𝓸𝓻 𝓪 𝓬𝓾𝓪𝓵𝓺𝓾𝓲𝒆𝓻 𝓿𝓲𝓼𝓽𝓪 // 𝒁𝒉𝒂𝒏𝒚𝒊

†𝔠𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 04: 𝔈𝔵𝔱𝔯𝔞ñ𝔬†

El único ruido en la sala el "tap" contra la mesa, los dedos golpeaban sin fuerza, pero aun así sobresalía, las hojas que estaban en su mano izquierda y su expresión resaltaba que no estaba de buen humor como si algo lo fastidiara.

— E-eso sería t-todo señor - el beta estaba aterrado, sentía que estaba frente a la parca, por alguna razón su jefe se encontraba más exigente de lo normal. Todos los empleados temían desatar su furia.

El alfa frente a el levanto la mirada, los ojos oscuros parecían querer traspasar su piel, haciendo que esta se crispe y sus pelos de pongan de punta. Dejando las hojas se acodo en la silla, frunció el ceño y dio un suspiro.

— ¿Por qué es tan necio? - pregunto.

El beta aún más asustando y confundido por la pregunta, que empezó a temblar, señor no entiendo, no sé a qué se refiere, ¿necio?, quien se atrevió a ser arrogante frente al CEO, acaso ¿estaba cortejando a la muerte?, ¡si estas cansado de vivir hazlo por tu cuenta! Maldecía a esa persona internamente.

Al parecer que tras no recibir una respuesta, se cansó de tenerlo enfrente. Escucho al lapicero pasar por el papel, por fin lo había firmado, al salir se desplomo, la presión fue tanta que agradeció a los cielos ser un beta, apostaba que si fuera un omega se hubiera desmayado frente al alfa. Pero ¿Qué había hecho esa persona para provocar al CEO? No trato de pensarlo mucho, se dio unos golpecitos en las mejillas y se recompuso para encaminarse a su puesto de trabajo.

Xiao Zhan estaba inquieto, en que habia fallado, acaso ¿no fue claro?, habían pasado dos días desde que ambos intercambiaron palabras, después de eso dejo una tarjeta sobre la mesita antes de irse, pero cuando regreso estaba sin ser tocada, no argumento nada, pero ... no era lógico que si una persona te deja una tarjeta ¿la tomes?

— ¿Por qué no usa la tarjeta?, te di para que la usaras, no está de adorno - murmuró.

Mañana era fin de semana por lo cual no iría a la empresa, y el primer día de universidad de Yibo era al día siguiente. Estaba frustrado, resignado a pensarlo trato de concentrarse en la pila de documentos frente a él.

Estaba a punto de enloquecer, evitar a Xiao Zhan fue la única opción que se le ocurrió, después de haberlo jalado del cuello de su camiseta y decir lo que sentía, pero Xiao bastardo Zhan (Yibo le puso ese nombre, hasta que encuentre otro más genial) lo tomo de las manos y le sonrió, ¡¿se estaba burlando de él?!, estaba decidido a hacer le la vida imposible. Hartarlo hasta hacerlo perder la cordura y que este lo bote de su departamento.

El castaño golpeo su rostro contra la almohada una vez más, ya se habia paseado por todo el lugar, leyó los libros que trajo y reviso por su laptop la información de la universidad por internet, se baño como si fuera un rey, realmente relajante la tina, toda la tensión de su cuerpo se despejo unos momentos.

—... - se quedó estático unos momentos para luego patalear sobre la cama, su rostro se coloreo de un rojo vivo, tan vergonzoso. Recodo lo que sucedió.

Por más que intento cocinar algunos tutoriales de internet para sobrevivir, resultaron todas echadas a perder, se estaba muriendo de hambre, resignado volvió a abrir la ventana para dejar salir el olor a quemado, dejando la sartén en el lavabo y el grifo abierto, escucho unos golpes en la puerta.

Miro un segundo la puerta, dio media vuelta y decidió ignorarlo, cerro el grifo y se fue a su habitación.

El golpe de la puerta no era brusco, pero si insistente ¿olvido su tarjeta?, ante la imagen mental de un Xiao en la puerta sin poder entrar, se sintió de mejor humor y sonrió con malicia, su aroma decía que se sentía refrescante.