Gimme Love!! [Ineffable Husbands]

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Debido a su estado, fue obligado por Crowley a que fuera al médico, allí le recetaron algunas pastillas tranquilizantes y unos días de licencia. Su jefe fue muy amable de darle el día de trabajo en casa posterior a los días libres, así que podía estar en el computador trabajando sentado en el cómodo sofá.

Para su desgracia, seguía teniendo problemas en su laptop, no sabía cómo, pasaba sobrecalentándose y apagándose abruptamente. Su estrés volvía de golpe.

Anthony había llegado poco después de las seis, pero Aziraphale ignoró sus preguntas por el enojo y frustración contenida; si le contestaba, seguramente le gritaría.

Guardó a tiempo antes de que se apagase el computador.

— Oh, buen señor... — Susurró frustrado, se pasó las manos por la frente moviendo algunos rizos húmedos por el sudor.

— Te veo muy mal, ángel. — Habló Anthony sentándose a su lado con un vaso de agua — Es como si estos días libres no te hubiesen hecho efecto.

— Ni que lo digas, esta porquería, ya no sirve — Dijo ignorando nuevamente el apodo que usaba Anthony.

— Uff, Aziraphale, ¿con esa boquita besas a tu mami?

Miró al pelirrojo con una expresión de agobio, arrepentimiento por su vocabulario y molestia, estaba a punto de regañarle si no fuera que estaba esbozando una sonrisita coqueta.

— No te enojes más, ¿tu computadora sigue mal?

— Sí.

— Le pegaste tu enfermedad.

— No será al único que le pegaré...

— ¡Haha! Está bien, está bien. Sin bromas. Te presto el mío.

Aziraphale parpadeó confundido mientras él se paraba y buscaba su mochila, allí sacó su laptop y la puso al lado del albino, la prendió y procedió a dejar el vaso en la cocina.

Estuvo unos momentos tratando de procesar hasta que Crowley volvió.

— ¿Uh? ¿Todavía no la agarras?

— ¿No la necesitas?

— Ni tanto, úsala hasta que consigas otra, en serio.

Su amabilidad calmó sus humos.

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