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Ambos caminaban por el parque St. Jame's, el albino había deseado tomar aire pues había estado trabajando todo el día encerrado en la oficina, Crowley lo había buscado por lo que pasaron directamente al parque.

Allí ninguno hablaba, no era por incomodidad, simplemente estaban en lo suyo. Aziraphale se detuvo soltando un bostezo, quizás esa noche dormiría temprano. Anthony se quedó a un lado, riendo brevemente.

— ¿Tan pesado estuvo el día hoy?

— No, pero estuve sentado por más de siete horas seguidas, es agotador eso.

— No te lo niego, yo también debo estar sentado y se me cansan los dedos por teclear tanto.

— ¿Por qué más te dolerían los dedos?

Crowley hizo una sonrisa extraña y Aziraphale rápidamente lo ignoró al enterarse de lo que quería decir, se adelantó. Con muchas risas por parte del más alto, el pelirrojo intentó atraparlo pero su voz se detuvo cuando vio cómo el albino se tropezó al caminar rápido.

Pudo atrapar a Aziraphale, quien se aferró a sus manos de inercia. Se había asustado bastante, pensaba que su frente tendría una herida pero felizmente había sido salvado por él. Crowley le ayudó a ponerse de pie.

— Cuidado por dónde pisas, ángel.

— Sí... Gracias. — Agradeció más que confundido por el apodo pero no le dió importancia — Vayamos a casa, creo que ya respiré mucho aire...

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Gimme Love!!  [Ineffable Husbands]Where stories live. Discover now