Donde el poseedor de unos grandes ojitos de Bambi llegó a la vida de Yeonjun y Beomgyu para ganarse su corazón y así crear un bonito color: el amarillo.
❝El color favorito de todo lo contradictorio, o del optimismo al igual que de los celos. Es el...
ㅡPapá osito y papá florecita, quieren mucho a Tae abejitaㅡ volvió a cantar el menor, esta vez volando entre ambos.
ㅡBien, vamos por esos dulcesㅡ animó el castaño, peinando los pétalos que rodeaban su cabeza.
Yeonjun casi se aferra a la casa, pero cuando los ojos brillantes del menor lo atraparon se dio cuenta que, no podría hacerlo, debía ir y ser un oso, era la primera noche de brujas de su pequeño y, él haría todo por él.
ㅡVamos pequeña abejita, a conseguir todos esos dulces.
El menor alzó sus brazos para ser cargado, de tal forma que así estuvo hasta llegar al vecindario.
Entre los edificios había un muy pequeño parque, que consistía de un árbol y un poco de césped, ahí Tae visualizó un enorme esqueleto con tumbas al rededor, además de una enorme olla de dulces.
ㅡ¡El esoqueloeto tiene dulces!
El castaño volteó al ver la olla, pero por la forma en la que el menor se aferraba a la pierna de Yeonjun, sabía que él no iba a acercarse para agarrar, así que él se dirigió con cuidado a tomar dos caramelos tal cual indicaba el letrero, al intentar tomar uno más, el esqueleto comenzó a cantar una canción bastante desafinada, ante la impresión saltó de un susto y comenzó a reír, mientras que Yeonjun y Tae se habían asustado porque no se lo esperaban, por eso estaban un poquito más lejos.
ㅡLo siento señor esqueleto, tomé uno de másㅡ le dijo al muñeco antes de dejar el caramelo en la olla.
ㅡEsas máquinas están tan avanzadas ahora.
ㅡBueno, está bien que controle la cantidad que cada persona toma. Hoy es la noche indicada para abastecerse de azúcar.
ㅡ¿También puedo llenarme de azúcar papá Bomi?
ㅡUh, tú iras de poquito a poquito.
ㅡY tú también Beomgyuㅡ le indicó Yeonjun a lo que el castaño suspiró.
Aguafiestas, pensó Beomgyu.
La decoración ese año había mejorado, aunque algunas eran grotescas no dejaban que el menor las viera, solo señalaban disfraces y también se acercaban a ellos para decirles lo muy adorables que se veían.
ㅡMi pequeño Tae está robando muchos corazones hoy.
ㅡ¿Los tengo que asustar papá Bomi?ㅡ inquirió el menor, volteando hacia atrás cuando un grupo de niños asustaba a otro grupo, sus disfraces eran un poco más aterradores, solo que él no quería causar miedo, solo quería dulces.
ㅡClaro que no, si no quieres, vamos a conseguir dulces a aquella casa.
Los tres se apresuraron y tocaron el timbre, quedándose a un lado del menor que se quedó frente a la puerta sin entender mucho, la misma se abrió mostrando a una mujer con cuernitos en su cabeza y un vestido, no supo bien qué era, pero la misma chilló de ternura al verlo, poniendo hasta cuatro dulces en su bolsa.
ㅡMuchas gracias, señora toro.
La sonrisa de fémina desapareció al oírlo ㅡ¿Toro?ㅡ preguntó incrédula, pero los adultos ya habían apresurado el paso hacia otra casa.
Los niños tenían una sinceridad maravillosa.
En poco tiempo su bolsita ya estaba llena, por lo que le pidió a su papá oso que le prestara la suya para seguir llenándose de dulces, al final era una actividad que le gustaba mucho porque solo tenía que sonreír y los dulces caían inmediatamente, si hacía ojitos eran puntos extras.
ㅡMira esos vestidos de fantasmasㅡ señaló Yeonjun, un par de niños iban corriendo con las sábanas arrastradas, se podían escuchar los regaños de sus madres ㅡCuando era Halloween, solía salir a ver los disfraces con mi hermana, eran tan curiosos y a ella le parecían horribles.
ㅡ¿Nunca te disfrazaste?
ㅡUh, una vez utilicé su maquillaje para hacer un intento de pirata, dijo que tuvo pesadillas por un tiempo.
El castaño soltó una risa ligera, alzando al pequeño entre ambos cada que quería dar un salto. Realmente, para él también era su primera noche de brujas, en la que salía a pedir dulces, conocía estas actividades de niño, pero nunca pudo participar en una, más que las cenas a las que asistía con sus progenitores, claro que con Yeonjun habían disfrutado antes, pero yendo a fiestas con alcohol de por medio, o pasando la noche entre películas de terror.
Pero ahora que iban disfrazados de tal forma acompañando a su gatito, ahora abejita, se sentía feliz.
ㅡPapá Junjun ¿puedo ser amigo de los fantasmas? Creo que se sienten solitos y nadie los escucha, yo sé escucharㅡ le dijo al pálido, a lo que este no supo que responder.
ㅡOh, bueno... Mira, allá hay otra casa. Mejor vamos por más dulces porque pronto nos iremos a casa.
ㅡ¿Un fantasma puede comer galletitas? No me gusta mucho compartir mis galletas y si hago galletitas fantasmasㅡ iba balbuceando entre saltos, imaginando todo lo que se le cruzaba por la mente.
Se acercaban las nueve y la hora estaba afectando al pequeño, quién se había acostumbrado a dormir siempre a las ocho, por ello bostezaba a cada cierto tiempo, hasta que sus pies ya no querían caminar más.
ㅡPapá Junjun ¿me cargas?ㅡ Yeonjun accedió, levantando al menor para cargarlo, el azabache se acomodó en su hombro y lo abrazó por el cuello, intentando mantener sus ojitos abiertos para seguir observando todo lo que lo rodeaba.
ㅡBueno, creo que es momento de volver a casa ¿disfrutaste esta noche, abejita?
Tae asintió efusivamente, levantándose un poquito para explicar lo que sentía ㅡMucho mucho, me gustan los dulces y los disfraces, también me gusta que estén conmigo, ahora ya no me da miedo.
El corazón de Beomgyu dio un vuelco, apresurándose para cargar esta vez él al menor, llenando de besos su rostro, el pequeño solo podía reír más que feliz por las cosquillas y muestras de afecto, así que también abrazó a su papá, con mucha fuerza ㅡ¿Te hizo feliz recoger dulces, papá Bomi?
Su pequeño era tan hermoso ㅡPor supuesto que sí mi gatito, recoger dulces con Yeonjun y contigo, es algo especial.
Tae asintió contento, esta vez cerrando por completo sus ojos para dormir. Sabía que sus papitos iban a teletransportarse y lo llevarían hasta su camita, calientita y suave, tal vez hasta despertaría sin su disfraz, en su lugar, un pijama de dinosaurio, pero despertaría feliz porque tendría dos grandes bolsas de dulces y galletas.
Su primera noche de brujas había sido divertida, conoció muchas casas y personas, fue una abeja como quería y sus papás lo acompañaron ¡Tenía muchos dulces también! Así que Te era muy feliz y lo seguiría siendo por mucho más tiempo.
ㅡ¿Crees que se asuste si me pongo una sábana encima y le digo que ahora seré su amigo?
Beomgyu alzó la ceja, terminando por apagar la luz de la habitación que compartían. Habían llegado a casa sanos y salvos.
ㅡHasta yo me asustaría, incluso si no tuvieras ningún disfrazㅡ bromeó el peligris antes de meterse a la cama, acurrucándose contra el pálido.
ㅡEres tan encantador ¿comenzamos entonces?ㅡ le dijo al oído, suave y ronco, a lo que Beomgyu le sonrío de inmediato mordiendo su labio.
Esa noche no dormirían porque una bolsa de dulces los estaba esperando, junto a un par de galletas y un maratón completo de películas de terror. Porque sí, también tenían su pequeña tradición de Halloween, tal vez cuando Tae creciera podría unirse, mientras tanto dejarían que creyera que los fantasmas eran como Casper.
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