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Los verdaderos monstruos II

Los niños no son crueles, aprenden la violencia desde casa y replican lo aprendido ya que en su entorno es permitida y aceptada. Algo que está definitivamente mal.

Es a partir de los cuatro años cuando los niños empiezan a desarrollar poco a poco la empatía, dándose cuenta de que ya comienzan a hacer algo malo a sus compañeros.

Debido a esto, es primordial la atención a ciertos tipos de comportamientos desde edades tempranas para erradicarlas, evitando así tener acosadores en los siguientes grados. Pero algunos adultos, jóvenes y adolescentes no siempre son capaces de entender ese hecho.

El impulso de golpear, insultar o agredir a un menor convierte al mayor en un agresor inconsciente también, dándole a entender que de esa forma, que la violencia es la única solución a los problemas y que así se puede aprender debidamente, un niño está conociendo el mundo y sus alrededores, los problemas sociales los pasan en ocasiones, desapercibidos pero no por eso son tontos, son niños.

Yeonjun tenía muy en claro ese punto pues a diferencia de otros que querían seguir manteniendo la regla de "mano dura impone respeto", él prefería otros métodos.

ㅡVeo la cancha papá JunJun.

ㅡ¿Y está muy llena?

El azabache comenzó a negar, estaba feliz, le gustaba que la cancha estuviera vacía porque así tendría mucho más espacio para jugar con su papá, estaba aprendiendo a jugar baloncesto con una canasta infantil que también tenían ahí. Siempre aplaudía con emoción cuando veía a Yeonjun anotar en repetidas ocasiones, era muy bueno, lo admiraba mucho.

ㅡ¿Hoy no tabajaste en el hotel?

ㅡSalí temprano porque quería pasar a buscarte, pensé que te pondrías feliz.

ㅡ¡Tae está muy feliz!

Yeonjun sonrió pellizcando una de sus mejillas cuando estacionaron, dejó en el auto su abrigo, el suéter y el chalequito de Tae antes de bajar y caminar hasta la gran cancha.

Al llegar Yeonjun se empezó a estirar y el menor lo siguió, imitando sus movimientos y expresiones faciales.

Se dirigieron hacia la cesta pequeña en la que Tae solía practicar, usando uno de los balones que tenían ahí.

ㅡRecuerda la posición Tae, también la distancia.

El menor asintió antes de alejarse considerablemente de la cesta, concentrado, se estiró y lanzó el balón hasta que este cayó en la canasta, anotando perfectamente.

Tae observó el balón rebotar y lo señaló, dando pequeños brinquitos con emoción, sus ojos también brillaban ante la felicidad de haber anotado por primera vez.

ㅡAnoté, anoté ¡Papá JunJun, anoté!ㅡ Inmediatamente comenzó a hacer un baile de victoria que hizo sonreír al adulto.

ㅡEres increíble Tae, te dije que la práctica y la paciencia iban a dar buenos resultados, ahora eres todo un profesional.

ㅡTae pofesional, me gusta esa palabraㅡ Detuvo su baile cuando se dio cuenta de algo, con una mueca pensativa sostuvo su propio mentón antes de preguntar ㅡ¿Seré tan bueno cómo tú?

La mano de Yeonjun fue hasta su pecho al sentirse conmovido ㅡSí gatito, tan bueno como papá.

Continuaron jugando durante un buen rato, Tae saltando y riendo cuando anotaba, Yeonjun grababa sus logros para enviarlos a su esposo y también a su madre. El rubio sonreía cuando el peligris no dejaba de enviar stickers para representar su estado de ánimo.

we are jaune ❀ yeongyuWhere stories live. Discover now