we are jaune ❀ yeongyu

❀: 27

Familia Choi.

El clima no era precisamente el mejor esa mañana ya que el pronóstico anunciaba lloviznas con viento frío sin embargo no era algo que molestara al matrimonio que apenas y podía comer de los incontables nervios que los atacaban desde que habían despertado. Su desayuno a diferencia de otros días no era cargado solo lo suficiente para resistir unas horas, además de que sentían que en cualquier momento podrían vomitar.

Ese día ambos llevaban un abrigo que terminaba en sus tobillos, el de Beomgyu era gris y el de Yeonjun negro. El pálido conocía perfectamente a su esposo por lo que una vez estuvieron fuera del departamento y la ventisca los balaceó sacó un gorrito negro de su maletín y lo colocó con cuidado sobre su cabeza, la nariz de botoncito de Beomgyu comenzaba a ponerse roja por su alergia. Beomgyu se lo agradeció con una sonrisa.

Ingresaron al auto y colocaron la dirección para que el GPS los guiara hasta el tribunal donde tendrían la audiencia, en todo el camino se quedaron en un completo silencio apreciando lo extrañamente linda que se veía la ciudad pintada de gris con sus toques azules, el olor persistente del petricor y la niebla vagando en las carreteras.

Finalmente estacionaron el auto frente a las gradas de cemento del tribunal, apreciaron frente a ellos el momento exacto en el que Kai bajaba junto a Jaeyun, el último dando saltitos para entrar en calor.

ㅡ¡Ah, que bueno que llegamos juntos! Me estoy congelando.

ㅡ¿Quieres mi abrigo Jaeyunnie? Yo no tengo problema en dártelo.

ㅡNo algodoncito, puedes enfermarte yo solo estaba bromeando.

Kai le sonrío en grande antes de voltearse hacia el matrimonio que se acercó a ellos para ofrecerles su mano en forma de saludo.

ㅡFinalmente llegó el día ¿cómo se sienten?

ㅡAnsiosos a más no poder abogado Huening pero estamos listos.

ㅡMás que listos.ㅡ Reafirmó Beomgyu.

ㅡEntonces deberíamos entrar, me gustaría hablar de algunas cosas con ustedes para que no se sientan presionados cuando el juez les haga las preguntas.

Tanto Yeonjun como Beomgyu asintieron a sus palabras antes de comenzar a subir las gradas, yendo detrás del abogado y Jaeyun, se dieron una mirada entrelazando sus manos con un apretón cariñoso, dándose las fuerzas y el apoyo mutuo para lo que venía.

Entre los pasillos un pensamiento anduvo rondando en la cabeza del rubio desde que despertó el día anterior, uno que aunque no quisiera lo estaba atormentando amargamente y quería compartirlo con su esposo.

ㅡBeomgyu  quisiera decirte algo antes de entrar a esa sala.

El rubio detuvo su paso y le devolvió la mirada, una brillante y soñadora mirada que Yeonjun tanto amaba. La única que le daba una inmensa seguridad.

ㅡ¿Decirme algo? ¿Qué pasa?

ㅡHemos pasado por tantos orfanatos y en ninguno llegamos a ser aceptados, la discriminación y la falta de empatia nos perseguía dejando atrás la esperanza hasta que... hasta que conocimos a Tae.

ㅡYeonjun...

ㅡDéjame terminar por favorㅡ El silencio que otorgó el menor le indicó al rubio que esperaría, tomó aire y continuó ㅡSi estando en una cima tan alta llegamos a caer, si no nos permiten ser una familia como tanto hemos soñado, quiero que esta sea la última vez que lo intentemos.

ㅡNo pienses eso mi amor, por favor lo vamos a lograr.

ㅡSolo ¿puedes prometermelo?

Beomgyu apretó sus labios y sin dudarlo besó al rubio, sellando de esa forma la promesa de no volver a intentarlo, Beomgyu tampoco contaba con las fuerzas o con el corazón para seguir intentando. Eran ellos junto a Tae o no era nada, así de simple.