Donde el poseedor de unos grandes ojitos de Bambi llegó a la vida de Yeonjun y Beomgyu para ganarse su corazón y así crear un bonito color: el amarillo.
❝El color favorito de todo lo contradictorio, o del optimismo al igual que de los celos. Es el...
ㅡDios mío Yeonjun, estoy al borde del colapso en este momento pero dímelo.
ㅡYa comenzaron con el salón de Tae.
Con esas palabras y la adrenalina del momento Yeonjun supo que estaba perdido. Beomgyu aprovechó lo que habían avanzado para tomar un segundo camino, tal vez tendrían que cruzar varios callejones y meterse en lugares desconocidos pero tenían que llegar a la graduación de su pequeño de cualquier forma.
Nuevamente en el establecimiento, todos los amigos de Tae habían recibido sus cartoncitos con estrellas, tenían fotos con sus padres y él era el único que faltaba. Los nervios regresaron a él cuando la maestra extendió su mano para avisarle que se acercaba su turno.
ㅡChoi Taehyun, puedes pasar a recibir tu diploma.
El menor comenzó a caminara a pasos muy lentos hasta la directora para recibir ese cartoncito que tenía su nombre escrito, volteó nuevamente a los presentes y no vio a sus padres, sus ojos comenzaron a picar en señal de tristeza, su pecho también le dolía y sus manitas apretaban lo que tenía en manos, de un momento a otro sintió que alguien sostenía su hombro de ambos lados, levantó la mirada y se encontró a sus dos padres con la respiración agitada, se veían cansados, pero su apariencia era opacada por la gran sonrisa que le dirigían, no supo si su papá JunJun estaba llorando al verlo con ese cartón en manos o era el sudor que caía de su frente.
No importaba nada porque ya estaban con él. Su sonrisa comenzó en sus ojos hasta terminar en sus labios, tan grande y brillante que el camarógrafo tuvo la oportunidad de tomarles la foto perfecta a los tres. Volvieron a aplaudir y después se unieron las maestras, hasta que lo regresaron a su asiento para terminar el acto.
Los niños terminaron por pasar y una hora más se sumó a esa mañana pero aún faltaba la presentación que los niños habían preparado desde hace tres semanas, los nervios habían regresado a él pero no eran tan grandes como la felicidad que lo abrumaba.
ㅡAntes de cerrar por completo esta ceremonia, los niños han preparado una presentación para despedirnos, por lo que le cedo el tiempo a la profesora Kim Nana.
La mujer caminó hacia la tarima con una guitarra, le siguieron los pequeños con grandes sonrisas y una varita brillante con una estrella en la punta. La melodía volvió a sonar a través de las bocinas entonces la voz de la maestra comenzó.
ㅡEstrellas centellantes, edificios con luces parpadeantes. Estamos brillando, desde nuestras habitaciones, desde nuestras estrellas...
Tae cerró sus ojos al saber que era turno de ellos continuar. Recordando que a veces, cuando las pesadillas volvían y el miedo era tanto que le impedía cerrar los ojos, Yeonjun había comprado estrellas fluorescentes, pegando varias en el techo y en la pared, cuando esas pesadillas aparecían, la pareja ponía una manta y varias almohadas en el suelo con él en medio para verlas, cantando esa canción hasta que se quedaba completamente dormido.
ㅡNo es por el brillo de las estrellas sino por nosotros.
ㅡYou got me, al verte puedo soñar, I got you. En las noches más oscuras las luces que viste en mi y yo en ti, nos mostraron que hablábamos las mismas palabras. La luz más radiante en la noche más oscura.
Todos los pequeños comenzaron a agitar su pequeña varita con la estrellita en la punta, cantando en una bonita sintonía la agradable canción, los familiares se veían conmocionados mientras grababan con sus celulares y otros con con cámaras. Yeonjun tapaba su boca con una mano mientras grababa, sus lagrimas se perdían en su palma y Beomgyu, el sonreía disfrutando de la canción, acompañando al menor en un silencioso canto.
La canción terminó y los aplausos no se hicieron esperar para acompañar los agradecimientos de los pequeños, ellos reían de emoción por haber hecho un gran trabajo, una última presentación para los pequeños del Jardín Jaune.
Cerca del medio día la actividad dio por finalizado, los niños se despedían entre lágrimas y otros se prometían verse en esos días de vacaciones, Tae ya se había despedido de los suyos, teniendo la certeza de que vería a Ricky en el futuro, esperaba poder volver a ver sus amigas. No se preocupaba tanto porque llevaba con él varios recuerdos valiosos.
ㅡ¿Cómo te sientes Tae?
ㅡEstoy feliz papá Bomi.
El peligris le sonrió a través del espejo retrovisor, sacando del tablero del auto una gran paleta de colores envuelta por un plástico. Los ojos del menor comenzaron a brillar al ver el gran dulce.
ㅡ¡Felicitaciones Tae! Mereces un regalo ¿te gusta?
ㅡ¡Me encanta! Me gustan mucho, mucho las paletas, gaciasㅡ Beomgyu se estiró para darle el dulce al menor que comenzó a comer alegremente.
ㅡTae terminó el jardín Beomgyu ¿cómo tengo que sentirme ahora?
ㅡPodrías llorar como la vez que lo viste con su uniforme, es válido, aún así yo tampoco sé cómo sentirme.
ㅡTaehyunnie ¿sabes dónde está el botón para que dejes de crecer?
El azabache frunció su entrecejo y apuntó su ombligo, dando un pequeño apretón para ver si funcionaba lo que decía el rubio. ㅡLo siento papá JunJun, pero no tengo, Taehyunnie tiene que creer muy gande.
El rubio le dio una pequeña mirada a través del espejo retrovisor, ahora él era quien manejaba después de tenerle cierto miedo a los caminos que tomaba su esposo.
ㅡSolo no te atrevas a ser más alto que yo, Tae.
En la mente del menor solo estaba la imagen de él siendo mucho más alto que sus padres, como un edificio, la idea le agradó y comenzó a reír por su imaginación. Yeonjun se dio cuenta pero no dijo nada.
ㅡPapá Bomi ¿cuándo volveré a la escuela?
Beomgyu lo pensó unos segundos y respondió ㅡHasta la próxima primavera.
Taehyun no dijo nada después de asentir, se enfocó en disfrutar su paleta y ver por la ventana el cielo. Sobre su uniforme llevaba un abrigo afelpado, reemplazando el gorro gracioso por uno más bonito de orejas que le gustaba. .
Beomgyu volteó a verlo unos segundos antes de regresar su mirada al frente para leer el diploma del menor.
Tanto Beomgyu como Yeonjun sentían una gran tranquilidad instalarse en su pecho.
El invierno estaba comenzando, las estaciones tardarían un tiempo en aparecer hasta la próxima primavera. Ese día probablemente, Tae se invertiría en Taehyunnie grande.
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