Donde el poseedor de unos grandes ojitos de Bambi llegó a la vida de Yeonjun y Beomgyu para ganarse su corazón y así crear un bonito color: el amarillo.
❝El color favorito de todo lo contradictorio, o del optimismo al igual que de los celos. Es el...
ㅡTae huele bonitoㅡ Dijo sonriendo, tomando uno de sus suéteres morados para ponérselo. ㅡEstoy listo
ㅡVámonos entonces.
Beomgyu tomó una de las cestas en las que llevaban comida, separando ciertos alimentos con otros para mantener el orden y que el olor no se mezclara según Yeonjun, también llevaban ambos un bolso con cosas necesarias, como ropa abrigada, mantas y el botiquín, también un cambio de ropa por si Tae lo necesitaba a la hora de jugar aunque era evidente que al regresar, no estaría tan limpio como lo llevaron. Al menor le resultaba cómoda la suciedad después de tanto tiempo sin tener una higiene adecuada.
Bajaron al auto y guardaron las cosas, aseguraron al menor en los asientos traseros y comenzaron a conducir a la ubicación que se les había enviado con anterioridad. Taehyun iba muy emocionado, agitaba sus pies y cada cierto tiempo les preguntaba si ya casi llegaban, como burro de la película que había visto ayer. En ese transcurso imaginó todo lo que harían ese día, recordando cuando a veces iba con Soobin al parque en compañía de su papá Bin y su abuelita JiEun junto a Hobak.
ㅡMira Tae, ya llegamos.
El menor se quitó el cinturón cuando el auto se detuvo para ver alrededor, era un gran campo con algunos árboles a la distancia, cuando se bajó con ayuda de Yeonjun vio a Soobin en uno de los árboles justo donde colgaba un columpio, cerca estaban los adultos sobre una manta pero su atención se enfocó en el castañito que venía corriendo a su encuentro.
ㅡ¡Taehyunnie!ㅡ Le gritó desde la distancia.
Tae sonrió en grande para correr hacia él también, abrazándose fuertemente al estar frente a frente, tan fuerte que habían caído en el césped entre grandes carcajadas.
ㅡTe extrañé mucho Tae.
ㅡYo a también Soo ¿vamos a jugar ya?
Soobin asintió pero antes de empezar a correr hizo una reverencia hacia los adultos que bajaban las bolsas que habían llevado.
ㅡHola papitos de Tae, gracias por venir.
ㅡHola Soobinnieㅡ Respondió YeonjunㅡGracias por invitarnos.
De esa forma los dos salieron corriendo hacia donde tenía el castaño sus juguetes, Taehyun también se detuvo un momento para saludar a los adultos, abrazando a Sunghoon que servía parte de un pastel y a Jay que preparaba la cámara.
Comenzando así una última tarde para los pequeños
El cielo poco a poco se estaba oscureciendo, después de cuatro horas en el bonito campo jugando, comiendo y jugando otra vez, se sentían tan agotados que por eso decidieron sentarse y apoyarse en el árbol que tenía el columpio, junto a ellos habían dos vasitos con leche de banana y fresa, sostenían a sus peluches mientras imaginaban que volaban en el cielo como la aves, riendo cuando uno supuestamente perdía el ala y caía junto al atardecer.
Pero Soobin recordó que todavía no le decía a su mejor amigo que pronto se iría a otra ciudad, lejos de él. Para él la mudanza no significaba nada malo, aunque si le entristeció saber que no se verían más por algún tiempo, esperaba que Tae no se sintiera triste cuando se fuera.
ㅡTae... tengo que decirte algo muy importante.
El azabache dejó su peluche en su regazo y volteó hacia un lado, dándole toda su atención al mayor. ㅡ¿Qué es?
ㅡVoy a mudarme con mi familia a Seúl, la ciudad grande, viviré un tiempo largo allá porque mamá pondrá allí su edificio, dice que es una nueva oportunidad.
ㅡ¿Soo se irá muchos tiempos?
El castañito tomó su mano para entrelazarla ㅡCreo que sí Tae.
ㅡ¿Ya no seremos mejores amigos?ㅡ Preguntó bajito.
ㅡNunca digas eso Choi Tae, siempre, siempre seremos amigos ¡Hasta que seamos adultos! Como mis hyungs, como mis papás y como tus abuelitos, durante mucho tiempo serás mi mejor amigo solo que... no nos vamos a ver.
ㅡEntonces voy a esperarte Soo, cuando vengas Tae tendrá un restaburante y cocinará comida deliciosa para ti, lo prometo.ㅡ Soobin sonrió en grande antes de abrazarlo.
Y así cayeron juntos en el césped mientras reían. De ningún modo algo como una mudanza iba a romper la amistad que mantenían, ni la distancia o tiempo sería capaz de deshacerse del bonito lazo que los envolvía desde que se conocieron.
ㅡYeonjun, creo que presiento algo.
Yeonjun recién se sentaba a su lado después de responderle al papá de Soobin, escuchando las palabras de su esposo que veía a los menores levantarse y guardar la cocinita del castaño junto a los gorros de chef que él mismo había traído hace unos días.
ㅡTambién puede ser aire, te dije que no comieras más de dos platos porque te causa gases.
ㅡ¿Pero qué estás diciendo? ¡Además estaba delicioso! Ven acércateㅡ Yeonjun se acercó escuchando el susurro del peligris ㅡTal vez estemos presenciando el inicio de una bonita historia...
El rubio vio a los menores regresar a su abrazo y negó, pero con una sonrisa pequeña mostrándose en sus labios. ㅡSi es así ¿qué color crees que serán?
Beomgyu le volvió a susurrar antes de soltar una risita encantadora, mientras que la otra pareja tomaba fotografías cerca junto a los adolescentes, con los niños cayendo lentamente dormidos utilizando sus peluches como almohadas.
Afortunadamente habían despertado cómodamente en su cama al día siguiente, despidiéndose con un "Hasta pronto" una semana después.
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