El pequeño fue envuelto en mantas tibias para limpiar su cuerpo, después en sábanas calientes para ser dejado en una cuna de madera que habían hecho especialmente para él.

ㅡEs un niño muy sano Seol, tiene un peso adecuado.

La mujer en la cama tenía su vista perdida en la ventana, viendo la niebla mezclada en la oscuridad de la noche porque ni siquiera la luna se asomaba. Ella volteó hacia la anciana que limpiaba sus piernas y la cama.

ㅡMe iré antes de que él regrese.

Al pronunciar tales palabras todo movimiento que realizaba la anciana lo detuvo, su vista viajando del recién nacido hasta la mujer que seguía posada en cama.

ㅡSeol piénsalo un poco más ¿no sientes nada ahora que eres madre? tal vez ustedes puedan formar una familia.

ㅡSobang, tú más que nadie sabe qué tipo de hombre es Taesuk, nada puede arreglarse entre nosotros.

ㅡ¿Y el bebé?

La castaña observó la cuna de madera donde se encontraba el bebé que ella había formado en su vientre, nueve meses de extremos cambios en su cuerpo, malestares y riesgos. Lo único que podía sentir en ese momento era alivio, nada más, no le importaba el niño pero se alegraba de su buena salud.

Los sollozos volvieron a ella dándole paso a un desgarrador llanto que alarmó a la anciana. ㅡNo puedo amarlo Sobang, me culpé durante estos meses por ser una mala mujer, por no desearlo, por no amarlo..ㅡ Dijo llevando ambas palmas a su rostro ㅡTaesuk me obligó a estar con él, me embarazó para atarme.

ㅡSon las obligaciones que nos toca llevar como mujeres Seol.

La castaña soltó una amarga y breve risa. ㅡSoy un ser humano también, lo siento pero no seré su madre.

Con veinticuatro horas de descanso Nam Seolgi se fue dejando atrás Daegu, la granja y en brazos de Choi Sobang a un recién nacido que se dedicaba a dormir. Cuando el hijo mayor de la anciana llegó después de un viaje y no encontró lo que quería todo fue un desastre debido a sus ataques de ira; gritos y llantos.

Una escena similar a la que un castaño de tres años escuchaba desde la cocina. Era su cumpleaños porque habían globos de colores y su abuela tenía en el horno algo que olía muy rico, revolvía su estómago y su lengua pasaba por sus labios al reconocer el sabor.

De repente escuchó un grito y la puerta cerrarse con mucha fuerza, tanto que lo asustó y tuvo que esconderse debajo de la mesa, sabía que su papá estaba enojado y era mejor no estar cerca del adulto.

ㅡSoo ¡Tú pastel ya está listo! Vamos a decorarlo.

Cuando se percató de que su abuela era quien lo llamaba no perdió el tiempo y salió de su escondite, subiéndose a la mesa para ver la canasta de fresas recién lavadas. El pastel era de chocolate con crema, la que servía para pegamento para las fresas, su abuela le dio la libertad de colocarlas donde quisiera, sus manitas se manchaban pero su boca lo ayudaba a limpiarse, mientras él se dedicaba a decorar la anciana hacía té para acompañarlo.

Finalmente Soobin terminó de rellenar el pastel y esperó su velita de cumpleaños, la anciana llegó hasta él y encendió la velita que tenía forma de conejo.

ㅡPide un deseo Soo, lo que tú quieras.

El castaño cerró sus ojitos con fuerza y juntó sus palmas, pidiendo un deseo muy especial. Ser siempre feliz junto a su abuela.

ㅡMi niño está cumpliendo años, cuánta felicidadㅡ Pronunció una voz masculina entrando a la cocina.

Soobin sopló su velita y volteó hacia su padre, tenía una gran sonrisa que delataba lo feliz que estaba por ese día, pero su sonrisa decayó al ver el rostro del hombre completamente serio, lo que lo asustó por su significado. Estaba enojado.

we are jaune ❀ yeongyuWhere stories live. Discover now