ㅡ¿ChoiTae? Nunca lo había escuchado pero es bonitoㅡ Dijo sonriendo ㅡVen, vamos a comerㅡ Sin soltar su manita lo llevó hasta afuera para seguir la fila.

Los cuidadores los llevaron a lavarse las manos, luego de eso pasaron a una segunda habitación más grande, un comedor puesto que habían varias tres mesas largas. El castañito lo llevó hasta una para sentarlo a su lado.

Tae vio su plato que consistía de fideos con salsa, albóndigas y un pan pequeñito, a su lado había un vaso. Hizo una mueca no muy conforme, no se veía apetecible.

ㅡ¿No twe busta?ㅡ Dijo con sus mejillas rellenas con restos de salsa, el azabache negó viendo como este tragaba y se limpiaba con una servilleta. ㅡSi no comes tu estogamo se pondrá triste.

Tae no sabía que era un estogamo pero la tristeza no le gustaba así que por él comería lo que estaba en el plato, al final le terminó gustando y quedó como Soobin, lleno de salsa hasta la nariz. Cuando el más alto lo vio empezó a reírse porque se veía gracioso y él también lo acompañó en su carcajada el verse contagiado de su gracia.

Una vez limpios tomaron del vaso aunque con cuidado porque Tae nunca había tomado en un vaso una gran cantidad, ya que siempre tenía su biberón, un vaso con piquito o su pachoncito.

Cuando terminaron de comer, los cuidadores los llevaron a otra habitación, esta tenía camas individuales y cada niño ya estaba sobre una cambiándose a una pijama. Soobin estaba por decirle algo cuando le llamaron la atención a Tae, pidiéndole que lo caminara hacia afuera.

El azabache volteó hacia su compañero pidiendo una explicación pero este tampoco entendía así que solo alzó sus hombros confundido.

Caminaron por un largo pasillo hasta llegar a una sala, en esa misma estaban Yeonjun y Beomgyu de pie, se veían nerviosos. Tae al verlos soltó la mano del adulto y corrió alegremente hasta que el rubio lo tuvo en brazos.

¡Al fin habían llegado por él!

ㅡYa están con Taeㅡ Dijo con una sonrisa, recostando su cabeza en el hombro del mayor.

Beomgyu sonrió con un nudo en su garganta acariciando la espalda del azabache, no sabía cómo empezar a explicarle la situación sin titubear. ㅡHola bonito.

ㅡ¿Vamos ya, Bomi?

El peligris negó a pesar de que quería decir que sí, fueron hasta los sillones para sentarse con el pequeño sobre las piernas del rubio. Mantenía una tierna expresión confusa.

ㅡTenemos que decirte algo importante Tae, así que presta mucha atención.

ㅡ¿Ves este lugar?ㅡ El azabache asintió observando a su alrededor antes de regresar su atención al peligris ㅡTendrás que quedarte aquí.

Su cejas se juntaron aún más sin entender porqué tenía que quedarse, él quería irse a casa para estar calentito junto a ellos.

ㅡNo quiedo, no me gusta.

ㅡSolo sería por un tiempo, no sabemos cuánto pero es importante para que sigamos viviendo mucho, mucho tiempo juntos en casa.

ㅡLas personas de aquí van a cuidarte por nosotros mientras tanto ya que necesitamos hacer reuniones importantesㅡ Le dijo Beomgyu.

ㅡ¿D-dejarán solito a Tae, JunJun?

ㅡNo, nunca haríamos eso porque te amamos así de grandeㅡ Abrió sus brazos lo más que pudo, sacándole una sonrisa al pequeño que lo imitó, él también los amaba así de grande.

ㅡVamos a venir a verte en unos días otra vez, pero por ahora no estaremos en casa juntos. Cuando todo esto termine prometo que iremos al parque de diversiones ¿recuerdas cuando JunJun se asustó? Podemos verlo otra vez.

Beomgyu intentaba explicarle la situación al menor lo mejor posible para que lograra entender, no querían que pensara que lo dejarían solo como lo mencionó antes pero tampoco querían mentirle sobre el tiempo de su estadía y por ello no lo limitaban, él tenía que saberlo no debían crearle falsas ilusiones, no era justo.

ㅡTe traje un regalo, puedes abrazarlo cuando nos extrañes, sé que siempre lo veías con curiosidad. ㅡ Yeonjun le extendió su mano a Kai que estaba cerca de ellos observando, cuando vio al rubio le entregó un peluche. Se trataba de un conejito rosa. ㅡEs para ti, Tae.

Los ojos de Tae brillaron al tener en sus manos el conejito rosa que había visto sobre el mueble de su ropa, muchas veces quiso jugar con él o pedirlo pero nunca dijo nada y usaba los que tenía al alcance.

Antes de que el menor entrara por completo en el corazón de la pareja, Yeonjun seguía guardando en lo alto el significativo peluche que había comprado tiempo atrás, pues habían prometido que ese mismo se lo entregarían a su hijo.

ㅡDisculpen, pero la hora de dormir empieza en diez minutosㅡ Les informó el mismo joven que había llevado al niño.

ㅡEntonces Tae ¿puedes esperar por nosotros, por favor?

Las paredes de la sala eran grandes, con colores pasteles para verse suaves a vista de los pequeños pero a Tae le gustaban más las de su casa, la comida era buena pero era mejor la de JunJun, los adultos eran amables pero le gustaba más Bomi. No era ningún lugar malo sin embargo sentía en su pecho una sensación fea que no le gustaba, una que solo los abrazos de Beomgyu podían borrar, si esperar en ese lugar significaba que seguiría al lado de ellos para siempre él se sentaría en la silla de plástico, sería paciente y seguiría instrucciones.

Para que el día de mañana cuando el señor sol entrara por la ventana pudiera comer su huevito feliz o sus gatitos de arroz. Él también ayudaría.

Regalandole una de sus sonrisas a la pareja asintió efusivamente, siendo rodeado por los adultos en un cálido y cariñoso abrazo.

ㅡTae puede esperar.

ㅡTae puede esperar

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