012. Maleta amarilla

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El ambiente en el lugar era bastante pesado.

Se habían enterado de la muerte de la chica con la que el señor Ga se encontraría, que al parecer, fue su pareja antes de que el hombre perdiera la memoria en el accidente. Aún que era algo lamentable, tenían que seguir con los suyo.

Atrapar a Ji Cheong-sin.

Después de una larga plática en Yung les dieron permiso de entrometerse en el atentado, pues el espíritu maligno se había aliado con el alcalde Shin, Cho Tae-sin y Choi Su-ryong, usándolo a él como sicario.

Después de la luz verde que les dio Yung, se prepararían para robarles cinco billones de wones.

Ya tenía el plan, solo les faltaba ejecútalo.

Jae-won se ajustó la gorra mientras entraba a una tienda de maletas. Entró y saludó al vendedor, fue directo y compro las maletas que le habían encargado. Cuando salió, vio el auto estacionado frente a la tienda, de el, salió Mun para ayudarlo a meter las maletas al auto.

Una vez todas estuvieron dentro, ambos chicos entraron al auto, en el cual estaban Ha-na, la señora Choo y Mo-tak.

— ¿Por qué no se van? — pregunta Mo-tak viendo atra vez de la ventana del auto.

Jae-won se asomó para mirar cómo varias personas salieron del edificio, justo como esperaban.

— Es Noh Chang-gyu.

— ¡Agáchense!

Jae-won y Ha-na solo inclinaron el asiento hacia atrás mientras los otros se agachaban, ocultándose. Volvieron a asomarse, viendo como habían arrancado el auto.

— ¿Cuál auto seguimos?

— El de las maletas. — le respondió Ha-na de manera obvia a Jae-won mientas le da un golpe en el brazo.

— Si, obvio. — dice Mun también de manera obvia.

— La gente me decía listo de pequeño. — menciona Jae-won mientas Mo-tak arrancaba el auto.

Siguieron a los hombres de banco en banco, ellos estaban reuniendo los cinco billones. Llegaron hasta un estacionamiento en el cual dedujeron sería la última parada.

El celular sonó así que Mun lo tomó y se puso a escuchar la conversación. Los celulares estaban conectados a los celulares de los involucrados.

— ¿Una maleta?

— ¿Qué?

— Eso hallaron en el depósito.

— ¿No es una de esas? ¿Hay otra?

— Ya veo.

— Sunbae, son las 4 p.m. — le avisó Jae-won.

— Que comience la operación. — todos se colocaron el cubrebocas negro.

Mun se bajo del auto para pinchar las llantas del auto en lo que Mo-tak se cambiaba de lugar en el estacionamiento y quedar a lado del auto. Mun se volvió a subir al auto, al igual que los hombres salieron del edificio.

MEET AGAIN 𝒇𝒕. so munWhere stories live. Discover now