004. Déjá vu

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Los cuatro Cazadores estaban en el auto rumbo a la escuela de Mun, habían encontrado a un espíritu. Llegaron a la entrada, Mun llegó rápido con ellos (pues ya había sido avisado que ellos irían por él) mirando a sus mayores desde afuera.

— ¿Otro espíritu maligno? — preguntó raramente emocionado.

— Cálmate y sube. — le dijo Jae-won y Mun asintió.

— Está bien. — el chico subió al auto y este arrancó.

— ¿Cuál es el nivel? — preguntó la señora Choo.

— Espero que dos, pero podría ser tres. — respondió Jae-won.

— Tenemos que llegar antes de que haga algo.

El auto avanzó, tardaron bastante, tanto que ya estaba oscuro. Pero ya casi llegaban al lugar donde se encontraba aquel espíritu maligno o al menos a donde creían que se encontraba.

— Mun, no intentes nada por tu cuenta. — advirtió la señora Choo. — Podrías salir herido y perder al huésped. Prepárate, será distinto al papá de ese niño.

— Hoy es tu entrenamiento en campo.

— No hagas nada. — le dijo Ha-na.

— ¿Recuerdas que te dije? — le preguntó Jae-won.

— Que una vez en el campo, podría terminar muerto o matando a alguien. — relató Mun, a lo que Jae-won asintió. — Pero practiqué mucho mi control.

— Oye a Jae-won.

— Óyelo.

Exclamaron ambos mayores y Mun asintio. Llegaron al lugar donde se encontraba aquel espíritu, dejaron el auto estacionado y los cinco bajaron de el.

— Aquí es. — confirmó Ha-na. — Anduvo en este territorio.

— O sea que está afuera de nuestro territorio. ¿Cómo lo hallaremos? — preguntó el señor Ga.

— Tenemos que, aunque debamos ir casa por casa. — dijo Ha-na.

— Por supuesto. — apoyó la señora Choo. — Corrió tras una niña con un arma.

— Estoy seguro que se conocen. — habló Jae-won. — Deben ser cercanos, ella quería cenar con él. No le tenía miedo.

— El hombre mide 1.80 metros, lleva una camisa de cuadros. La niña, el uniforme de la secundaria Gyeongjin. — el señor Ga describió a las personas que buscaban. — ¿Alguna otra pista?

— No. — respondió Jae-won.

— Solo sabemos que pasaron por aquí. — también respondió Ha-na.

— Caray, es una zona enorme. No los hallaremos hasta mañana.

— ¿Qué arma tenía el espíritu malvado? — preguntó Mun.

— Un cincel. — le respondió Jae-won.

— ¿Un cincel? ¿Qué es eso? — preguntó confundido el menor.

MEET AGAIN 𝒇𝒕. so munWhere stories live. Discover now