011. Una familia.

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El pitido de una máquina se escuchaba por la habitación, haciendo eco en ella. Unas enfermeras al igual que el doctor entraron lo más rápido posible y se acercaron al cuerpo del joven recostado sobre la camilla.

Una enfermera le tomó el pulso, en lo que la otra enfermera entraba con un desfibrilador, todo estaba siendo un caos. Su cuerpo se sentía ligero, podía sentir como se hundía por las comparaciones que le daban al ejercer RCP contra él.

Pero no funcionaba y el doctor tenía que hacer algo al respecto o sino, él moriría.

— ¡Jae-won!

— Señor, le pido por favor que espere afuera. — la enfermera tomó del brazo a Mo-tak y forcejeó con él para que saliera de la habitación.

— ¡Jae-won! — más él no hizo caso y siguió intentado acercarse al joven en la camilla.

— ¡Señor, necesito que salga!

Él se fue, las enfermeras prendieron la máquina y empezaron con el desfibrilador de una vez. A través del vidrio estaban tres personas viendo como el cuerpo de Jae-won su alzaba al ser tocado por la electricidad del desfibrilador. Lloraban, y estaban con muchas emociones en tan poco tiempo.

Mo-tak golpeaba el vidrio con desesperación al ver que Jaewon no respondía. Ha-na lloraba pero no hacía nada más que mirar la escena y Mun estaba en shock las lágrimas salían pero no sabía como reaccionar, todo pasaba demasiado rápido, no había forma de reaccionar a tiempo.

Una carga. Dos cargas. Tres cargas.

Y Jae-won no respondía.

Cuatro cargas. Cinco cargas. Seis cargas.

Nada.

El doctor suspiró. Las enfermeras volvieron a hacerle RCP, pero parecía inútil, Jae-won parecía que no se estabilizaría.

— Es suficiente.

— Pero... doctor.

— Hora de la muerte... — antes de terminar su frase, la máquina cardiaca empezó a sonar de nuevo.

El corazón de Jae-won volvió a bombear sangre.

Los tres cazadores de atrás del ventanal suspiraron con alivio. Aún lloraban, pero ahora de felicidad. El doctor salió y ellos se acercaron a él.

— Él está estable de nuevo, lo mantendremos en supervisión en caso de otro paro cardiaco.

— Muchas gracias, doctor.

Los tres dieron una reverencia y el doctor se alejó, Mun volvió a mirar por el ventanal, se sentía culpable, sentía que esta desgracia era todo por su culpa. Como Jae-won aún no respondía, decidieron turnarse para cuidarlos. En ese momento, al ser la más "estable", Ha-na tuvo que quedarse para cuidarlo en la noche.


Jae-won abrió los ojos, se sentían más que pesados, tenía una máscara de oxígeno, lo cual era incómodo. Miró a su alrededor, moviendo su cabeza muy lentamente, vio a Ha-na dormida sobre el sillón. Regresó su vista al techo, recordando todo lo que había pasado tanto lo real como lo qué pasó en su cabeza.

Estaba teniendo un horrible dejá vu.

Jae-won se quitó la máscara de oxígeno, de a poco se levantó, sintiendo un dolor horrible recorrer todo su cuerpo y cabeza. Tal vez era por los movimientos tan delicados qué hacía, pero no estaba haciendo ruido, realmente lo agradecía porque no quería despertar a Ha-na.

Se apoyó en el soporte donde está el líquido intravenoso, así que con ayuda de eso, se colocó de pie. Camino llevándose su intravenosa con él, arrastrado el soporte de suero intentado no hacer ruido.

MEET AGAIN 𝒇𝒕. so munDonde viven las historias. Descúbrelo ahora