MEET AGAIN 𝒇𝒕. so mun

005. Descontrol

Jae-won se había detenido de camino al restaurante, en una tienda de convivencia. Compró unas botellas de Soju junto con varios helados y cigarros, al salir empezó a caminar de nuevo mientras se comía unos de los helados que compró.

Jae-won seguía pensado en Mun, y en como cada vez que algo se relacionaba a él, terminaba viendo la cara de esa persona. Para este punto él pensaba ya en alejarse lo más posible de Mun y solo acercarse cuando sea necesario.

— Jae-won. Oh Jae-won. — llamó una voz femenina.

— Il-hwa, ¿qué pasa? — preguntó preocupado al escuchar la desesperación en la voz de la mujer.

— Se trata de Mun.

— Ese niño, siempre en problemas. No me interesa, adiós.

— Está en peligro.

Jae-won dejó de caminar. — ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué sucede?

— No tenemos idea, no podemos comunicarnos con él. — le explicó.

— Bien. — su teléfono empezó a vibrar, por lo que lo tomó viendo que era Ha-na. — Oh, Ha-na.

— Jae-won, ¿se comunicaron contigo? — Jae-won hizo un sonido de afirmación. — ¿Ves el territorio cerca de la escuela? Debe estar ahí.

— Estoy en camino. — Jae-won colgó y comenzó a correr en dirección de la escuela. Mientras corría, logró ver el territorio. Sabía que eso no era nada bueno.

Jae-won llegó al lugar, dándose cuenta que era el primero en llegar. Entró encontrándose a Mun golpeando al mismo castaño de aquella vez en el gimnasio, Jae-won se acercó para poder alejar a Mun de ese chico.

— ¡Quítate! ¡Suéltame! — Mun forcejeo, así que Jae-won lo tomó del cuello de la camisa.

— Oye.

— Hyung. — el tono de voz cambió a una más calmada al reconocer a su mayor.

— Tienes que calmarte o te meterás en problemas. — Jae-won soltó a Mun. — ¿Por qué lo hiciste?

Mun sollozo. — Les dije que pararan. Que no los lastimaran.

Jae-won miró a Mun, era tal y como un niño asustado. Soltó un suspiro colocando su mano sobre el hombro de Mun.

— Tranquilo. — pero Mun seguía llorando. — Oye, ¿por qué lloras? — Jae-won la pensó mucho, pero, terminó por acercarse para abrazar a Mun. Le dio leves palmadas en la espalda. — Puedes enojarte. — se separó y lo miró. — Golpéalos. Solo te digo que pudiste haber matado a ese imbécil si no te detenías. Así que no llores más. Mira, se abrió nuestro territorio. — Jae-won colocó sus manos sobre el rostro de Mun para que lo mirara y también poder secar sus lágrimas — Por eso necesitas entrenar, bobo. Pareces un mono llorón. — Jae-won se alejó un poco de Mun.

El señor Ga y Ha-na llegaron, caminaron por el lugar mirando a los que habían sido golpeados.

— ¿Lo ves? Lanza pequeños golpes como esos. — le dijo Jae-won a Mun viendo como Ha-na noqueaba a uno de los chicos. — Dales una paliza sin matarlos.