Capítulo 8

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—¡Hermano Fuegoleon!

Me acerqué rápidamente hacia mi hermano para poder abrazarlo. Esta mañana había llegado acompañada de alguien del servicio personal de la Casa Vermillion. Fuegoleon se encontraba en su oficina de la base, así que me había dirigido hacia allá. Mereoleona andaba con Leopold y otros caballeros mágicos en el Volcán Supremo Sendero de la Montaña.

Todo lo que pasé en ese mes se me vino encima, quise llorar pero me mantuve con calma. Fuegoleon se levantó de su asiento y con una sonrisa radiante me estrechó entre sus brazos.

—Azuh, ¡que alegría verte!

Nos separamos.

—Pasaron muchas cosas hermano, me alegra volver a casa —sonreí.

—Noto una energía diferente en ti Azuh —se quedó pensativo—. Te ves bien —concluyó finalmente.

Ay hermano, si supieras las cosas que tu hermana ha hecho...

Le conté todo sobre el entrenamiento, excepto la parte en la que Evander y su grupo me molestaron, no quería preocuparlo. Además, los chicos se habían disculpado conmigo, así que no valía la pena mencionarlo. También le hablé sobre mi entrenamiento con Nozel, refiriéndome a él como Capitán. Aún no estaba preparada para contárselo a mis hermanos, primero necesitaba explorar por mi cuenta todas estas emociones nuevas que estaba sintiendo. Y... no sabía cómo se lo tomaría Fuegoleon, al fin y al cabo Nozel siempre ha sido oficialmente su rival de batalla, con quien compitió durante años para ver quien se convertía en el más fuerte. Más allá de eso, se tenían un profundo respeto y hasta podría decirse que cariño.

Entonces, ¿cómo se sentiría Fuegoleon si supiera que Nozel y yo nos habíamos besado la noche de ayer?

Después de esa noche, con Nozel nos habíamos despedido y prometimos vernos en la Ciudad cuando ambos tuviésemos tiempo. Pero yo ya quería verlo otra vez. No sabía cómo tenía que actuar frente a él ahora, ¿qué éramos? Nozel es mi primer amor y el único que te he tenido hasta el momento. No sé mucho sobre el cómo comportarme en una relación, Mereoleona nunca me ha hablado del tema, y lo poco que sé lo he leído en libros de romance de la biblioteca del castillo.

Fuegoleon me citó en la base a las tres de la tarde, y me pidió que fuera a descansar hasta ese entonces y cambiarme de ropa. ¿Por qué? Hoy me darían la bienvenida en la orden de los Leones Carmesí. Me sentía nerviosa, estaba a un paso de lograrlo.

Más tarde, me cambié con el uniforme de los Leones Carmesí, mis ojos brillaron al mirarme en el espejo. El uniforme consistía en un pantalón de color claro, junto con una camiseta del mismo color. También, vestía con unas botas negras y una chaqueta azul oscuro decorada con tela dorada con rayas verticales en los bordes, el cuello y las mangas. Sumado a esto, pasé una faja púrpura alrededor de mi cintura.

—Qué extraño, solo falta la túnica. ¿Se les habrá olvidado? —me pregunté en voz alta. Salí de mi dormitorio y me subí en mi escoba. No había tiempo que perder, estaba ansiosa.

Cuando llegué a la base, Fuegoleon me estaba esperando. Una chispa de orgullo brilló en su mirada cuando me vió.

—Azuh, sígueme —me ordenó.

—Sí.

Llegamos hasta el patio y allá estaban esperando todos los miembros de la orden. El vice capitán Randall Luftair, Ben Benfunk, Gareth, Rokken, Ruben Chagar, Forte Gris y una chica que no había visto antes.

Fuegoleon se colocó frente a mí, con una chispa desafiante en sus ojos.

—Azuh, antes de que te conviertas oficialmente en una Leona Carmesí, debes enfrentarte a mi en un combate. Quiero ver todas las habilidades que has adquirido durante tu entrenamiento —anunció Fuegoleon con un tono serio.

Entre Vientos Gélidos y Llamas Cautivas | Nozel Silva [Black Clover]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum