Capítulo 6

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Habían pasado dos días desde que casi me ahogo en el lago. Estos días me los habían dado libres para poder descansar, así que estaba agradecida por ello. Ya no tenía mis características ojeras y mi cara había tomado más color. Estuve durmiendo en un dormitorio dentro de la enfermería. Elysia, la enfermera, me había cuidado durante todo este tiempo. Sentí que no estaba sola y que por fin tenía una aliada dentro de esta academia. Durante este tiempo, recordé la forma en que Nozel me había salvado, el cómo me había prácticamente lanzado hacia sus brazos, y eso me daba vergüenza y un rubor se extendía por todas mis mejillas cada vez que lo recordaba. Luego, me había cargado con tanto cuidado, e imaginaba en mis sueños que algún día Nozel me cargaría de esa manera, pero en otras circunstancias. Realmente no sé qué es lo que haré con mi alocado corazón.

Seguía estando resentida con los que se burlaron de mí, que para mi fortuna, no había visto desde el hecho anterior. Sin embargo, intentaría pasar página y preocuparme por superar mis límites. Aunque reconozco que esta seguridad en parte se debe a la protección de Nozel. Elysia me había contando que ya nadie se atrevería a molestarme, porque Nozel se había encargado de dejar en claro que el que lo hiciera, tendría que enfrentarse a él también. Y eso... eso me tenía suspirando nuevamente por él. Debía controlarme y enfocarme, he podido ocultar mis sentimientos por cinco años, podré hacerlo un poco más. Espero...

Cuando ya estuve lista, con mi ropa limpia y mi estómago lleno, me dirigí hacia la entrada de la academia, donde Nozel me estaba esperando para entrenar. Nozel daría clases un día a la semana en la academia, mientras que a mi me daría clases particulares todos los días, cerca de la academia en un bosque lejano. Según las propias palabras de Nozel, Fuegoleon le había encargado que me vigilara, por lo tanto, solo estaría devolviéndole un favor a mi hermano. El director había estado de acuerdo con este nuevo entrenamiento, y la verdad es que yo también, aunque me pusiera un poco nerviosa de sólo pensarlo.

Durante las tardes iría a mis clases normales, y también entrenaría por mi cuenta ejercitando mi estado físico. Quedaban solo dos semanas para que se termine el mes de entrenamiento, así que daría lo mejor de mí esta vez, y ya no dudaría.

Cuando me iba acercando a la entrada de la academia, lo vi de espaldas, observando con atención un punto lejano. Desde que llegué a la academia no me había detenido a admirar la belleza de este lugar. Alrededor todo era vegetación pura, y los árboles se alzaban formando una especie de escudo protector alrededor de la academia. Nozel llegaba en un águila de mercurio que formaba con su magia, eso le permitía llegar mucho más rápido. Le estaba agradecida por darse el tiempo de entrenarme. De verdad... nunca olvidaría lo que hace por mí, y de alguna forma me alegraba de que me gustara una persona como él. Por fuera demostraba frialdad, pero en el fondo se preocupaba por los demás.

—Ho-Hola Capitán No-Nozel —saludé. ¿Por qué tartamudeaba? ¡Que vergüenza!

Nozel se giró hacia mí, con su expresión habitual de siempre.

—Hola, Azuh. ¿Descansaste durante estos días?

—Sí, dormí mucho —sonreí tímidamente.

—Me alegro —me devolvió la sonrisa—. Noto como la determinación ha vuelto hacia tus ojos.

—Gracias a tu ayuda, Capitán.

La primera luz del día se filtraba entre las hojas de los árboles mientras Nozel y yo nos dirigíamos a un lugar apartado para comenzar nuestro entrenamiento. La mañana estaba fresca, pero pronto nos veríamos envueltos en la calidez del sol.

Cuando llegamos hacia el lugar, observé con atención lo que nos rodeaba. Un río pasaba cerca y también habían árboles, pero nos encontrábamos en un lugar un poco más abierto, supongo que por la comodidad para entrenar.

Entre Vientos Gélidos y Llamas Cautivas | Nozel Silva [Black Clover]Where stories live. Discover now