Me acerco a la entrada y noto que hay una especie de intercomunicador situado en las verjas.

-Buenos días ¿Tiene cita agendada?- dice una voz femenina que proviene del aparato. Salgo de mi estado de embobamiento a causa de este bello lugar y digo.

-Si buenos días-respiro profundo y me aseguro de no tartamudear-Tengo una cita con la señora Lucrecia Telnaster-la voz no dice nada más así que decido continuar- Me dijo que viniera hoy a su casa para el trabajo que hay disponible en la cocina- un ruido me sobresalta y de pronto las gigantes verjas son abiertas de par en par.

-Puede entrar señorita-me dice la misma voz-La señora Telnaster la espera en el salón principal-dicho esto entro en dirección a la puerta principal de este grandioso lugar.
Llego a la puerta de la mansión y soy recibida por una linda chica.

-Un placer tenerla aquí señorita-me dice y reconozco su voz de hace tan solo unos segundos- Mi nombre es Jennifer y soy la ama de llaves de la mansión de los jardines blancos- recuerdo que ayer la señora Lucrecia mencionó que su ama de llaves, en este caso Jennifer, iba a ser la encargada de buscar a la nueva chef de su casa.

-El placer es todo mío- le dedico una sonrisa amigable, la cual ella corresponde y señala con su mano hacia el interior de la casa.

-La señora está en el salón, me dijo que en lo que llegaras debería encontrarse con ella, así que por favor sígueme- se da la vuelta y comienza a caminar hacia la parte de la mansión que supongo es el salón principal, entre más observo este lugar más lujosos me parece, de las revistas que he leído antes o en las películas que solía ver con la nona nada se comparan con todos los lujos que posee esta mansión. Llegamos al salón y de inmediato mis ojos se posan en la bella señora que se encuentra sentada tomando lo que supongo es café, lleva un lindo traje de esos que se usan en las grandes empresas y con la que si no me equivoco es la bufanda que le obsequie ayer.

-¿Te fue difícil encontrar mi humilde hogar?-me pregunta con un gesto divertido, es obvio que ni ella se cree que este lugar tiene algo de humilde.

-Solo seguí sus indicaciones señora-le digo- Además sería difícil no encontrar semejante jardines-ella sonríe con gesto orgulloso.

-¿Te gustaron?-cuestiona, asiento con una gran sonrisa- Son mi segundo mayor orgullo, pero acércate mi niña- me hace señas con las manos para que me acerque a donde está sentada, hago lo que me pide situándome frente a ella, da unas palmaditas al espacio junto a ella en el sofá de aspecto carísimo donde se encuentra-Toma asiento-hago exactamente eso.

-Gracias por esta increíble oportunidad señora-me calla con un gesto de la mano.

-Nada de señora, puedes llamarme Lucrecia-me dice, estoy por replicar pero ella se adelanta- Y eso no está a discusión, mejor dime cual es el tuyo, ya somos amigas pero ni siquiera me has dicho tu nombre-ahora que lo menciona es cierto, ay que vergüenza.

-Me llamo Fiorella -le digo feliz al saber que mi nona fue quien le dijo a mi mamá que me llamara así.

-Ahora si, claro ese asunto pasemos a tus responsabilidades en la casa-me dice mientras me da café del que se encuentra en la mesita frente al sofá-Quiero que te enfoques en mantener bien alimentados a los miembros de mi familia y a mi personal ¿Podrás con ello?-me pregunta.

-Claro que sí, no se preocupe, incluso traje el recetario de mi abuela, haré que todos en esta casa queden satisfechos y con sus estómagos llenos-le aseguro firme.

-Cualquier duda o necesidad que tengas consúltalo con Jennifer-me señala a la chica que me trajo hasta acá, ella asiente confirmando las palabras de Lucrecia- Hay ciertas partes de la casa a las que está prohibido el acceso a quien no sea miembro de la familia, así que no quiero tener problemas en ese aspecto ¿de acuerdo?-tendré que preguntarle a Jennifer cuales son esos lugares, pero no tengo inconveniente con ello.

-Por eso no se preocupe, estoy segura que no saldré de la cocina-le afirmo a mi nueva jefa.

-Bien, entonces todo lo de tus horarios y el pago lo veras con Jenny-me da una palmadita en las manos-No te agradecí ayer por la bufanda-dice feliz-Es muy cómoda, así que la conservaré -me alegro que le parezca linda, imaginado la cantidad de mejores  prendas que se podría comprar.

-Acompáñeme señorita-me dice Jennifer- Tenemos que familiarizarla con este lugar-coloco la taza de café en la mesita, tomo mi mochila que había colocado en el suelo junto al sofá y me despido de Lucrecia.

-Supongo que la veré en el almuerzo-le digo, me da una inclinación de cabeza y me dirijo hacia la salida del salón junto a Jennifer, pero me detengo y le pregunto-¿Cuándo dijo que los jardines blancos son su segundo mayor orgullo, quería preguntarle, quien es el primero?-ella sonríe ante mi pregunta.

-Ese sería mi nieto, él es mi primer mayor orgullo-su mirada refleja el gran amor y orgullo que su nieto representa, espero poder conocerlo.

-¿Hablabas de mí abuela?-dice una voz masculina a mis espaldas, creo que podría haberme esperado un poco más a conocerlo.

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