Capitulo 8

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Capitulo 8: El expía.

POV. T/N:

¿A quién no le gustaría levantarse tranquilamente por la mañana al menos una vez en su vida, tal y como se ve en esas series de príncipes y princesas perfectas? ¿Es mucho pedir que los suaves rayos de sol o la fresca brisa de la mañana te despierten en lugar del ruido de los coches que pasan por las calles y que pitan sin sentido alguno? Realmente molesto, ¿no lo creen?

Por suerte, el joven de ojos azules se encontraba entre cálidas sábanas que lo cubrían hasta la cabeza, aunque inexplicablemente se levantó exaltado, mirando todo a su alrededor confundido.

Ciel: ¿Cómo fue que llegué aquí? -Se cuestionó a sí mismo, sin tener una respuesta a ello. Apoyó su cabeza sobre su mano, pensativo, tratando de recordar lo que sucedió ayer- Recuerdo haberme quedado dormido en el sofá, esperándolo, pero... estoy aquí. ¿Cómo?

Flashback:

Sebastian: Te vez hermoso durmiendo. -Le decía, al mismo tiempo que acariciaba los labios del joven- Te haría mío si tan solo pudiera... -Se contrajo- Por ahora, eso tendrá que esperar.

Sin más, el hombre lo cargó en sus brazos con cuidado de que no se despertase. Y se dirigió con pasos firmes hasta la habitación de este.

Fin del Flashback.

De repente, un pequeño recuerdo llegó a su mente. No eran tan visible, ya que no puede afirmar que eso fue lo que sucedió, pero aún así... el recuerdo lo dejó confundido y preocupado por lo que había sucedido después de eso.

Ciel se preguntaba si Sebastian lo había llevado a su dormitorio. Se sonrojó al pensar en la posibilidad de que eso hubiera sucedido, pero rápidamente se convenció de que solo había sido un sueño. Decidió dejar de pensar en ello y seguir adelante con su día, ya que estaría lleno de extrañas ideas y pensamientos en caso contrario.

Al levantarse, Ciel ordenó su cama y se dirigió directo a la cocina para preparar su desayuno. Sin embargo, al llegar, se encontró sorprendido al ver a Sebastian ya trabajando con gran precisión en la cocina. Al verlo tan concentrado, se sintió un poco tímido al acercarse.

Ciel: B-buenos días. -Dijo tímidamente, presentándose en el lugar.

Sebastian: Buenos días. -Dijo sin siquiera mirarle- Toma asiento. El desayuno está casi listo.

El joven se sentó obedientemente en una de las sillas junto a la mesa de la cocina y esperó con paciencia a que Sebastian terminara. Cuando lo hizo, dos platos de panqueques con fruta se colocaron frente a ellos.

Sebastian: Adelante. -Dijo.

Ciel fue el primero en empezar a comer. Realmente parecía disfrutarlo y no hacía ningún esfuerzo por ocultarlo.

Sebastian: Anoche te quedaste dormido en la sala. -Dijo de repente, sorprendiendo al joven.

Ciel: ¿C-cómo lo sabe?

Sebastian: Porque te llevé a tu habitación. -Dijo- No quiero que vuelvas a quedarte dormido en el sofá.

Ciel: ¿Usted... me llevó a mi habitación? -Preguntó, sumamente intrigado por conocer su respuesta.

El azabache se mantuvo en silencio. Ciel dedujo que su pregunta lo incomodaba, así que él también guardó silencio y continuó comiendo.

Sebastian: Sí... -Respondió finalmente, volviendo a captar la atención del joven- Te llevé a tu habitación. El sofá es incómodo y no deberías quedarte dormido allí.

Black LoveWhere stories live. Discover now