— Y por cierto — Ohm había decidido que no tenía sentido ocultarle una información que pronto descubriría por sí mismo, — mis esfuerzos para destruir la empresa de tu familia están dando buenos frutos. Los culpables de la contabilidad falsa fueron expulsados de Natouchs antes de ayer — palideciendo al escuchar esa afirmación Fluke dio un paso atrás. — Es probable que compre las tiendas más rentables de Natouchs a precio de ganga y que las vuelva a abrir como pertenecientes a Salut.

— Dios santo... — murmuró Fluke. — Has perseguido a mi familia y les has arruinado.

— Pero Harold no necesitará ir a un albergue de mendigos para sobrevivir. Heathlands y un considerable fondo de pensiones fueron puestos a nombre de tu madrastra hace tiempo para garantizar la vejez de tu padre — dijo Ohm secamente. — No dramatices la situación.

— ¿Dramatizar? — repitió Fluke con desagrado— ¡No puedes ocultar todo el mal que has hecho llamándolo simplemente negocios! ¡He visto ese documento! Has destruido Natouchs sistemáticamente robándole los clientes y te has gastado una fortuna haciéndolo. ¡Eso no son negocios, es venganza!

Ohm se levantó y extendió las manos.

— No lo niego.

Fluke estaba desconcertado.

— ¿No lo... niegas?

— ¿Qué tiene de malo la venganza? No he hecho nada ilegal.

— ¡Las cosas no tienen que ser ilegales para estar mal! — declaró Fluke con énfasis. — ¿Es que no tienes principios? ¿Y qué piensas de lo que me has hecho? Deberías estar avergonzado... ¡Estás casado con el hijo de un hombre al que te estás esforzando en arruinar!

— Posiblemente debería estar más avergonzado por haberme casado con el hijo del hombre que dejó que pagara por un robo que no cometí — contestó Ohm apretando con fuerza la mandíbula. — Soy el único que tiene razón porque fue a mí a quien trataron injustamente. ¡Ya es hora de que lo admitas, en vez de quejarte y demostrar sentimientos que no son importantes en el mundo real!

— ¡Yo no hago eso!

— Estás fuera de juego. Lo que yo haga en los negocios no tiene nada que ver con nuestro matrimonio...

— Si asesinas a alguien por negocios, ¿se supone que también tengo que mirar hacia otra parte? — preguntó Fluke con furia. — ¡Estás ignorando el tema principal!
¡Desde que entraste de nuevo en mi vida te has vuelto contra mi familia de una manera totalmente deshonesta!

— No voy a escuchar esas estupideces, no pienso discutir esto contigo. Hace cinco años tu preciosa familia se aseguró de que me encarcelaran.

— No quiero oír eso otra vez... ¡No lo creo!

— Per meraviglia. Ya te dije que o estabas conmigo o estabas contra mí, y ahora que estamos casados la línea divisoria es aún más clara.

— No me amenaces, Ohm. ¿Es que no te remuerde la conciencia por lo que has hecho?

— ¿Por qué estás tan alterado? Seguramente no habrías creído que todos terminaríamos siendo amigos y dándonos la mano — se burló con aspereza.

— Me hace mucho daño que sigas adelante y arruines Natouchs sin pararte a pensar que eso me puede dolerme o que puede afectar a nuestra relación.

— ¿Por qué te dolería?

Fluke lo miró con incredulidad.

— ¿Cómo puedes preguntarme eso?

— No entiendo por qué estás tan disgustado. ¡Harold Natouch no movería un dedo por ti si te estuvieras muriendo a sus pies, incluso antes de que te convirtieras en mi esposo! —exclamó Ohm despectivamente. — No tienes ninguna relación con él.

Un ángel con deseo de venganza   (4° Historia enlazada Con Algo más que deseo)Where stories live. Discover now