Capítulo 14

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No puedo vivir sin ti

Omnisciente

—Mhm —se movía de un lado al otro de la cama—. ¡Tsk!

Esta ya estaba echa un lío, la mitad de las sabanas en el suelo y las almohadas en diferentes lugares de la cama.

—Te... Necesito —balbuceaba entre sueños—. Vuelve... conmigo —la respiración se le agitó un poco—. No me dejes así... T/N.

En un movimiento, inconscientemente enredó las piernas en la almohada que abrazaba y movió las caderas en busca de algo de "comodidad".

—T/N... Te necesito —suspiró y apretó la sábanas—. Ah —soltó un gemido cuando el contacto de la tela rozó su parte sensible.

¿Nanda, bonito? —susurra en un tono juguetón—. ¿No puedes olvidarme? —rodea sus manos alrededor del cuello—. ¿Me necesitas tanto en tu vida? —da algunos besos suaves en toda su cara.

—Te necesito —recorre las manos por su espalda desnuda.

—¿Mucho? —mueve despacio sus caderas en un ritmo placentero.

—Demasiado —la voz se le debilita por la fricción. Echa la cabeza hacia atrás, extasiado, luego tiembla cuando siente algo húmedo recorrer su cuello.

—Entonces... ¿Por qué me estás perdiendo? —una mano es posada en su pecho y lo impulsan hacia atrás, haciendo que su espalda toque el colchón.

—No lo sé —confesó, con los ojos cerrados, disfrutando de esa ola de placer.

—¿No lo sabes? —su dedo se desliza por el torso del rubio cenizo.

—No... Demo... No quiero perderte —lleva las manos a la cintura para seguir con ese movimiento tan placentero.

Una pequeña sonrisa se emboza en los labios de la fémina, y detiene los movimientos placenteros. El rubio abre los ojos, confuso.

—Si no quieres perderme... —lo mira y le dedica una expresión nostálgica—: Entonces vuelve a conquistarme, Manjiro.

—¡Arg! —se levantó de golpe, el cabello estaba alocado apuntando a todos lados y el cuerpo caliente—. Fue... Un sueño —se lleva la mano hacia el pecho, sus latidos eran fuertes y acelerados—. Mierda —un pequeño dolor hace que se levante de la cama—. Necesito arreglarlo —camina hacia el baño para solucionarlo.

***

En la Actualidad

—Kisaki —la voz paniqueada y nerviosa de Takemichi pronuncia ese nombre.

El que estaba "muerto" lo estaba apuntando con una pistola, mostraba una sonrisa vengativa y triunfadora.

—Muere —jaló del gatillo.

Pero, Takemichi no fue quien recibe el disparo sino Naoto porque este lo empujó para salvarlo.

—¿Naoto? —Takemichi lo observa en shock, pero sale de ese trance cuando la sangre se asoma del abdomen de su amigo—. ¡Naoto! —fue hacia él.

Kisaki chasquea la lengua, decepcionado de haber fallado:

—Qué innecesario.

—¡Aguanta, Naoto! —le pedía entre lágrimas Takemichi, sosteniendo su cabeza y parte del cuerpo.

—Takemichi... Huye —le dijo con dificultad y dolor.

La Chica de ToMan (Mikey x Tu)Where stories live. Discover now