La Chica de ToMan (Mikey x Tu)

Capítulo 05 (segunda parte)

Advertencia: este capítulo contiene +18 si no te gusta solo baja hasta llegar ***

Notita: voy a poner tercera parte de este cap. Sin duda, he tenido mucha inspiración y no quiero escribirlo todo en un solo cap. Por eso se dividirá en tres.
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T/N

Estábamos en la alfombra de terciopelo de mi habitación besándonos. Y sin camisetas.

Mikey no dejaba de morder y subcionar mis labios hasta dejarlos rojos e hinchados. Le eran muy adictivos. Sus manos recorrían mi piel descubierta y eso provocaba que miles de corrientes eléctricas me encendiera. Pasé las manos por sus suaves y fornidos hombros, las deslicé por su cuello y luego a su cabello deshaciéndome de su media coleta.

—Deberíamos —dijo él, tratando de no separarse mucho del beso— intentarlo aquí —se refería a la alfombra.

Una sutil sonrisa ladina y maliciosa adornó mi rostro. Sin duda este chico no es un "niño" como todos piensan.

—Créeme, no me importa dónde sea —susurro, sin dejar las mordidas y las succiones—. Solo me interesa estar contigo.

Sonrío satisfecho con lo que dije. Su lengua rozó la mía con total lentitud y humedad provocando que mi mundo cayera. Sus manos descendieron con agilidad hasta el botón de mis shorts.

Los desabrochó y bajó el cierre. Mi corazón latía con fuerza y mi cuerpo temblaba bajo el suyo. No estaba nerviosa, más bien excitada.

—¿Nerviosa? —dice separándose del beso, pero con sus dientes agarraron suavemente mi labio inferior y tiró de el, y me dió una mirada llena de seducción y éxtasis. Lo soltó y acarició mi cintura.

—Para nada —aseguro, con la respiración un poco agitada por el beso.

Y así, con esa respuesta, me tomó de la cintura y me giró, pero me colocó en su regazo, pegando mi espalda en su pecho/torso descubierto. Inconscientemente mis manos fueron a su rostro y lo atraje para besarnos de nuevo.

Sus manos y sus dedos trazaban un camino desde mi cuello, mi clavícula, el medio de mis pechos, mi abdomen y se detuvo en mi vientre. Empujó su dureza de entrepierna en mi trasero.

De manera veloz, la mano de Mikey que estaba posada en mi vientre bajó adentrándose en los shorts. Así, sin aviso ni preparación. Me separo del beso y suspiro por el toque. Mikey roza su aliento en mi oreja y susurra:

—Esto me pertenece. Tu me perteneces —dijo con ese tono algo ronco.

Sus dedos exploraron y tocaron profesionalmente la tela de mis panties. Él gruñe diciendo:

—Estás usando encaje —lo supo—. Significa que este brassier... —con su otra mano dió un apretón a uno de mi pechos, provocando que temblara un poco—: y estas panties... —subió y bajó sus dedos. Mordí el interior de mi mejilla, reprimiendo sonidos obsenos—: son un conjunto de lencería —suspiró algo excitado—. Amor, te preparaste para mí —una sonrisa endemoniada refleja su rostro.

No podía hablar ni tampoco pensar. Este chico me estaba torturando de manera lenta y placentera. Y lo que él no sabía era que también se estaba torturando, pero como su orgullo es demasiado alto no lo admite.

Es resumen, le gusta jugar conmigo.

En cuanto a su dedo del medio hizo una pequeña presión en esa área que produce demasiado placer solté un gemido espontáneo, débil y rendido.

—¡Mikey! —Dije su nombre como si alabara a una deidad. Cerré mis ojos con fuerza y mi cuerpo se tensó. El calor subió por mi área sanguínea, el cosquilleo en el vientre se incrementó e incluso abrí más las piernas para sentir más la sensación.