Capítulo 08 (Segunda parte)

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T/N

Levántate.

Levántate y pelea.

Pelea, Baji.

Faltaba poco, solo un poco.

Mi cuerpo se mueve solo, y va hacia él. No estoy sola, al lado está Chifuyu, su cara expresa preocupación, angustia y terror.

—¡Baji-San! —le grita. Ambos llegamos, yo me arrodillo hacia Baji y Chifuyu se pone en medio, con los brazos abiertos, estilo una muralla—. ¡Kisaki, ¿Qué le hiciste a Baji-San?!

—Keisuke, mírame, mírame —le doy palmadas suaves en la mejilla para que reaccione—, despierta, please.

—Lo que vieron —responde Kisaki—. Yo no le hice nada.

Chifuyu le da la espalda y se agacha. Me mira, y puedo decir que mentalmente me dijo: "ayúdalo, por favor".

Siento algo que moja mi ropa. Por favor que no sea lo que creo que es. Con nervios llevo la mano hacia lo que me mojo y cuando toco y miro su color.

Sangre.

Chifuyu abre sus ojos y se tensa.

—¡¿Te apuñalaron?! ¡¿Cuándo?!

—La herida —murmuro. Pongo la mano en el área donde vi que Kazutora lo apuñaló.

Confirmé mis sospechas, tiene una herida profunda. No era un rasguño. Maldito mentiroso.

—¡Pidan una ambulancia! —grito. La sangre no deja de fluir. Mancha mis manos y mi ropa. Es una jodida hemorragia.

—¡KAZUTORA! —grita Chifuyu, molesto.

—Maldita sea —me quitó la chaqueta y busco dentro de ella una venda (siempre vengo preparada)—. No te mueras, Keisuke —también me quité el cinturón. Lo pasé alrededor de su torso y lo apreté con mucha fuerza.

—Ya sabía que Kazutora estaba mal de la cabeza —habla Kisaki—. Ya veo... Se llevó a Baji a Valhalla para poder matarlo él mismo.

«¿Qué habla esta escoria?» envuelvo las vendas en la herida.

—¿No, Comandante? —dejé de hacer lo que hacía.

Mikey.

No quiero verlo. No quiero ver su rostro. Siento su energía pesada. Está molesto, no, enojado, menos, furioso.

—Quería matarte —habla Mikey—. He pensado en matarte, desde que dejaste la correccional.

No digas eso, Mikey.

Tragué saliva. No, ese tono de voz no. Apreté las vendas en mis manos temblorosas. Calma, calma, solo no lo mires.

No dejes que caiga.

—Y el que me convenció de no hacerlo... Fue Baji —lo miro solo un poco, está bajando los autos—. Baji me dijo que solo querías hacerme feliz. Qué por eso no podía procesarlo. Qué aunque hubiera matado a mi aniki, tuviste que convertirme en mi enemigo para poder soportarlo.

No dejes que caiga.

—Pero...

«Detente, Mikey» pedí internamente. Los ojos los tengo lágrimosos y ardiendo, no dejo de temblar y la vida se me va lentamente.

Miro hacia donde está él, y todos lo ven perplejos. Les lanzo una mirada de: "No se le acerquen". Retroceden, dejando que el Comandante siga su camino.

—Baji, despierta, por favor —susurro, en un hilo de voz, y lo abrazo—. Despierta... Ayúdame —solté un sollozo.

—Kenchin... La pelea terminó.

La Chica de ToMan (Mikey x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora