Mi hermano es un femboy

WHAT IS LOVE?

Salimos de la cafetería, llegamos al estudio de Yuuki. En la entrada la tía Tokiyo se detuvo.

— Espera a Yuuki, mientras iré por el medicamento. Pásame la tarjeta.

Entregué la tarjeta a mi tía. Se despidió con una sonrisa perdiéndose entre la multitud.

Entré al estudio,  la recepcionista me llevó al área de espera llena de padres de familia. Me senté lo más alejado de las personas... En realidad tomé el mejor asiento para ver a Yuuki. 

El grupo practicaba al ritmo de una melosa canción, con un coro pegadizo. No entendía coreano, pero la voz tan dulce del grupo reconfortaba el corazón de alguna misteriosa forma.

Yuuki bailaba al centro del grupo sobre la duela, era imposible no mirarla. A pesar de que en su grupo había chicas muy lindas, ella era la única que podían seguir mis ojos. El movimiento de hombros que hacían con manos en la cintura mientras se balanceaban sobre un pie y el otro era hipnótico. Al ritmo del pegajoso coro: "I wanna know, know, know, know... What is love!", era la receta perfecta para mis ensoñaciones.

El estudio desapareció, tan solo quedaba el gimnasio de la escuela repleto de personas al medio tiempo de un partido de basquetbol. De repente estamos en un video musical, la canción suena por los altavoces de una escuela durante el verano del año 2000. En mi imaginación, siempre aparecía en un filtro aesthetic de tik tok que me remontaba a aquellos años sin smartphone.

La escena cambiaba hasta los vestidores donde el entrenador enfundado en un traje armani nos indica la estrategia para recuperarnos en el juego que perdemos por 20 puntos. Porque claro, yo era el modelo coreano,  que hace de capitán en el video musical del grupo del momento liderado por Yuuki.

Cuando la canción llegaba a la mitad el partido se reanuda, corro a prisa por la duela motivando a mis compañeros, al entrar me percato que las porristas han tomado su lugar en nuestro lado de la cancha. Ahí está Yuuki sin darse cuenta de mi presencia. Cuando la canción llegaba al coro y el: «What is love» comenzaba  exhalo corazones  que llevan el color de los pompones de Yuuki.

Logramos empatar el juego durante el puente de la canción, cuando comienza el rap quedan tan solo diez segundos en el reloj, la siguiente canasta decide al vencedor...  En las gradas el público grita eufórico, algunos fanáticos se cubren los ojos, otros se comen las uña. Las porristas nerviosas se cubren el rostro con los pompones, Yuuki se levanta y grita mi nombre.

Los corazones dejan un rastro a cada paso que doy, unas pequeñas alas me salen en los pies.

Ganamos el partido.

Al final me acerco a Yuuki, le doy la mano y me presento.

La historia de amor entre nosotros comenzó en el videoclip de un grupo de K-pop... al menos en mis fantasías.

De vuelta al mundo real, Yuuki se dio cuenta de mi presencia, con el rostro tan rojo que parecía estar enferma, la instructora terminó la clase minutos antes para que descansen. Yuuki tomó sus cosas con prisa, se despidió de sus compañeras. Corrió a la sala de espera, bajo el dintel de la puerta, señaló con los ojos para que saliera.

— ¿Por qué entraste? — preguntó casi susurrando.

— Para esperarte.

— Pero no tenías que hacerlo adentro, me da mucha pena que me vean bailar.

— Estás en clases de baile, y te presentas en eventos, por dios.

— Sí, pero solo lo hago frente a desconocidos.

— Muy mal, quizás personas conocidas quieran verte bailar... Me refiero al tío Tanimoto o abuelita... 

Al salir del estudio nos sentamos en una banca del centro comercial, Yuuki deslizaba su celular sin detenerse en ninguna publicación.

— Esa canción es bastante pegajosa. - comenté.

— ¿Te gustó? — Respondió Yuuki sin voltear.

— Sí, el corito se me quedó en la cabeza.

— Es What is Love, de Twice.

— La agregaré a mis favoritas.

Yuuki siguió deslizando, sin mucho interés en continuar la conversación.

— ¿Estás molesta? — Pregunté.

Dejó de usar el celular, apagó la pantalla.

— No, tan solo nerviosa... Que tal que no te gusto mi forma de bailar.

— ¿Qué dices? ¡Te veías muy bien! Debo añadir que el traje de porrista te queda muy bien.

— ¿Traje de porrista?

Soñar despierto cobra factura, sobre todo cuando has llenado tu mente de anime, manga y libros de fantasía.

— Ah, no disculpa, es que en el video...

— En el video no hay ninguna porrista... ¿Eres un cochino que tanto estabas imaginando mientras me veías bailar?

— Ay nada, solo que tú eras una porrista en un video de k-pop y yo el modelo coreano...

Algo pasó, mi lengua fue más rápida que mi mente, en el tablero de ocultar los sentimientos había perdido, el filtro de lo que debía decir se desvaneció.

Yuuki se carcajeó de mi fantasía, al punto de rogar que le contara más detalles solo para retorcerse del dolor de estómago.

A veces el ser honesto se castiga con burla, pero no me importaba si eso la hacía feliz, quería seguir soñando despierto para verla reír a causa de mis fantasías por siempre.