Capítulo 24

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—¡Oliver Graham! ¿Estás listo? —Evelyn se plantó en el quicio de la puerta de la habitación de su hermano descansando una de sus manos en el marco, y con la otra mano en la cintura ataviada con pantalones, una bella blusa de mangas farol y boina. Una inusual mezcla femenina y masculina que la hacía lucir extravagante pero hermosa.

—¿Qué haces vestida así? ¿Para dónde crees que vas?

—Querido hermano, si mi novio va a una fiesta yo iré con él, no perderé ni un segundo de su compañía, se irá después de tu boda, no pensarás que sólo tú disfrutaras de su compañía.

—Es una noche de hermanos, hermanos hombres Evelyn, por si no lo sabías eres una mujer... debes tener órgano reproductor masculino para estar incluida.

—Llevo puesto pantalones... y boina varonil. Por cierto, te gusta era tuya...

—Eres imposible, me imagino que nada te hará cambiar de opinión.

—No, nada —dijo la muchacha sonriendo, a sabiendas de que ya había logrado convencer a su hermano de su firme decisión de asistir —Además, escuché decirle a Papá que también irán miembros de la compañía, te harán una despedida sorpresa...

—¿¡Y me lo dices así!?

—Lo lamento hermanito... así que ya no tienes excusa para no incluirme, si Hermione va yo también puedo ir.

—¿Estás listo? —Ahora era William quien parado detrás de Evelyn le preguntaba a su hermano mientras le indagaba alzando las cejas qué planeaba Ev.

—Dice que irá queramos o no...

—Se supone que era una salida de hermanos...

—Soy tu hermana Conde de Sotherton... —Ev hizo una venia para burlarse de su hermano.

—¡Hermana mujer! es una salida de hombres.

—También van mujeres, papá te dijo que los actores también irán para despedir a Ollie.

—¡Por Dios Ev! en verdad no puedes guardar un secreto, se supone que era una sorpresa para Ollie —se quejó William colocando sus manos en jarras.

—Ya no importa —dijo Oliver poniéndose loción en las mejillas, y peinando por última vez su cabello antes de calzarse el jockey inglés. —¡Que venga! No importa, estará encima de Henry todo el tiempo, ni siquiera vamos a notarla —pronunció el muchacho atravesando la puerta pasando a un lado de su hermana.

Evelyn no perdió la oportunidad de abalanzarse a su cuello y besarlo en la mejilla en un gesto de pura zalamería muy típico de ella especialmente cuando conseguía salirse con la suya.

Los tres hermanos avanzaron por el pasillo, Ev se colgó del brazo de Ollie mientras sonreía, se detuvieron frente a la puerta de la habitación de Albert para apurarlo, minutos después los cuatro hermanos estaban en la estancia despidiéndose de sus padres para ir a Randall's.

Terry que estaba sentado en el sofá de la estancia con Candy a su lado los observó a los cuatro detenidamente, pensando a dónde los llevaría el camino del destino a cada uno de ellos, porque ya Albert estaba a punto de ser también un adulto. Pronto él también trazaría las líneas de su propia vida, William y Oliver ya eran unos hombres independientes, aunque Ollie se había mantenido en el hogar materno, estaba a punto de casarse, incluso esa misma tarde se dedicó a mudar sus cosas a la casa de los Flower. William era ahora conde, dueño de una extensa propiedad, de un título y con independencia económica suficiente. Y qué decir de Evelyn, la veía tan enamorada, que no dudaba, y eso le aterraba, que Henry le propusiera matrimonio más tarde o más temprano y se la llevara de su lado para vivir en Nueva York. No tenía dudas, Albert y su pequeña gacela bailarina estarían pronto por abrir las alas y emprender su vuelo. Sólo deseaba con toda su alma que no fuera la guerra la que alejara a Albert de su lado, y que Ev pudiera cumplir todos sus sueños. Había tratado de hacerse de la idea de que muy pronto Oliver no estaría más a su lado todos los días, compartiendo el trabajo, el almuerzo, el té por las tardes, las noches de tertulia. Pero hasta ese momento le era difícil imaginarse lo que sería su vida ya sin él. Si tan sólo el muchacho se hubiese casado y quedado en Stratford, pero se marchaba a un entrenamiento de un año de este varios meses fuera de Inglaterra y luego vendría lo peor, ya formado como piloto sólo Dios podría saber más sobre su futuro.

Dear Terry: Nosotros en la tempestadWhere stories live. Discover now