Capítulo 21: Una inmensa sed de venganza amenazaba con dominar su juicio.

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Wen WuXian recuerda vívidamente aquellas crueles palabras y despiadadas palizas que Yu Ziyuan solía darle, cada vez que supuestamente provocaba algún alboroto.

Las miradas de desprecio, burlas hacia su ascendencia, y confesiones viniendo de una persona despechada porque era insuficiente como mujer.

"—¡Mocoso estúpido! ¡¿Cómo te atreves a intentar superar a mi hijo?!"

La mayoría de las veces, ni siquiera venían de ella misma, solamente tomaba la culpa por los demás sabiendo lo horribles que podían ser los castigos de una Madam Yu furiosa, y no le deseaba esos dolores a nadie; menos a niños tan pequeños, adorables e inocentes como sus shidis.

"—¡Una simple rata callejera como tú, no merece recibir tales privilegios de un heredero!"

Siempre aceptó todo con una sonrisa despreocupada, pensando una y otra vez que realmente se lo merecía; creía que no tenía el derecho de quejarse, después de todo los Jiang le dieron un techo bajo el qué dormir, comida para llenar su estómago desnutrido, lindas ropas para abrigarse y hasta una posición que no a cualquier discípulo se le permitió tener antes.

Tanta ingenuidad en un niño; incapaz de ver que nada de lo que sucedía era correcto.

A base de todo aquel abuso psicológico y físico, siempre creyó que era algo normal y que a cualquiera podría sucederle.

Que era su deber con los Jiang por lo que hicieron por él.

"—¡Eres igual que la puta de tu madre que siempre intentó seducir a todo el mundo!"

Quién iba a imaginar que todo fue porque la verdadera indigna, intentaba ocultar sus pecados no queriendo admitir sus errores. Descargó todas sus frustraciones en un niño inocente que le recordaba día a día sus faltas como humana y fallos como mujer.

Cuánta hipocresía y desvergüenza puede llegar a cargar una persona.

Cuando le gritó a Wei WuXian que era un error en el mundo, que no merecía absolutamente nada de lo que tenía. Eran en realidad, palabras hacia sí misma por no ser suficientemente buena para llamar la atención de su marido.

Cuando le recalcaba el hecho de que nunca podría llegar a ser más que su hijo, un heredero de una prestigiosa Secta; en realidad eran reproches a sus falencias como cultivadora, y porque tampoco fue capaz de tener un niño prodigio como lo era Wei Ying.

Eran razones tan estúpidas, patéticas e insignificantes que....solamente podía reír.

Porque llorar no le serviría de nada; llorar no le devolvería a sus padres; llorar no harían que las cosas se resolvieran, y que mágicamente se justificarían dichos errores del pasado.

Llorar, no le iban a traer la venganza hacia esa mujer y el castigo que esa perra se merece.

No.

Llorar no iba a ser suficiente para nada.

Wen WuXian se sentía completamente entumecida, con un torbellino de emociones que giraban sin rumbo alguno en su interior. Era como un volcán a punto de erupcionar, con la lava juntándose y generando presión para poder salir a la superficie.

Su mente estaba quieta, fría y libre de color; era como si una espesa, densa y oscura niebla la hubiese envuelto absolutamente.

Sus manos y piernas comenzaron a hormiguear, y la sangre a fluir con rapidez. La presión se centró en su dantian y cabeza; su visión empezaba a tornarse borrosa y confusa. Oía el llamado a su nombre pero nada era claro. El calor se alojó en sus ojos, y tuvo que tensar la mandíbula cuando la sensación de clavadas en su cráneo se intensificaron.

Yᴏᴜ Aʀᴇ Nᴏᴛ Aʟᴏɴᴇ (AU MDZS Viaje en el tiempo)Where stories live. Discover now