Capítulo 22. Conocer

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Hermione se sentó en su oficina el lunes por la mañana, haciendo una lista de todo lo que necesitaba para seguir adelante con la clase que estaba creando y dándole a cada elemento un marco de tiempo. Esta no fue una tarea fácil, pero establecer metas es lo que siempre le dio resultados tan prometedores.


Su concentración se vio momentáneamente interrumpida cuando sonó el intercomunicador de su escritorio. –Señora Weasley, hay dos mujeres aquí para - ¡Oye!


Cuando la voz de Teddy se cortó, su puerta se abrió de golpe. Astoria entró como si fuera la dueña del lugar, vestida con uno de esos trajes caros que siempre usaba, este azul y que contrastaba maravillosamente con su cabello oscuro, que siempre parecía fluir perfectamente.Hermione se pasó los dedos por el pelo. No le había prestado mucha atención la última semana y media y realmente necesitaba un recorte.


Jaclyn entró detrás de ella, vestida igual de perfectamente pero luciendo un poco avergonzada por la intrusión.


–Buenos días, señoras, –dijo Hermione, despidiendo a Teddy mientras él permanecía de pie en la puerta, mirando en pánico.


Astoria permaneció en silencio pero miró un reloj en la pared. Hermione siguió su mirada.–Quiero decir, por la tarde,– corrigió. ¿Era realmente tan tarde ya? Ella sintió que acababa de llegar.


–A Jackie le gustaría hablar contigo,– dijo Astoria, sus ojos recorriendo la oficina como si estuviera buscando algo. Caminó de regreso hacia la ventana y fingió mirar la vista, que no era mucho, pero miró disimuladamente el área debajo del escritorio de Hermione.


–¿Qué estás haciendo?–preguntó Hermione.


–Solo veo cómo pasa el día la mujer común. Astoria caminó de regreso a donde Jaclyn todavía estaba parada. –¿Necesitas que me quede?– ella preguntó.


–No, está bien,– dijo Jaclyn. –Puedes esperar afuera, no tardaré


Astoria asintió a su amiga y luego salió, asegurándose de cerrar la puerta detrás de ella.Mientras Jaclyn se movía lentamente hacia una silla y se sentaba, Hermione abrió uno de sus cajones y sacó una carpeta.


–¿Qué es eso?– preguntó Jaclyn.

–Supongo que quieres que presente el informe,– respondió Hermione. Ella se lo entregó.  –Siéntete libre de revisarlo. Avísame si quieres agregar algo.

Jaclyn tomó la carpeta y la sostuvo en su regazo. Ella no lo abrió de inmediato, mirándolo con tristeza antes de finalmente respirar profundamente y dejar que sus manos tomaran el control. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras leía, y Hermione supo el momento en que llegó a las fotos por la forma en que hizo una mueca.


Una vez que terminó, Jaclyn le devolvió la carpeta. –Hay algunas cosas que quería agregar,– dijo, metiendo la mano en su bolso y sacando un trozo de pergamino. Se lo entregó a Hermione, quien lo examinó. Era una lista que detallaba cada acto cruel que Alastair le había hecho en el poco tiempo que estuvieron juntos, y ocupaba casi todo el pergamino.

The Deadline (traducción en proceso)Where stories live. Discover now