Capítulo 21. Gruñir

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Draco estaba sentado con la mejilla apoyada en el escritorio, mirando hacia la nada mientras su mente se llenaba de imágenes de su rostro. Su sonrisa. Su risa. Cómo fruncía las cejas cuando estaba sumida en sus pensamientos y la forma molesta en que ponía los ojos en blanco cada vez que desaprobaba algo que él decía o hacía. Tenía mucho esa mirada.

Draco no podía recordar ningún momento, aparte de la guerra, en el que se hubiera sentido tan miserable. ¿Cómo podría compararse su pérdida por Hermione con la tortura mental de cumplir las órdenes del Señor Oscuro? No debería, pero así fue.

La esfera sobre su escritorio zumbó y parpadeó para volver a enfocar los ojos.

–Señor Malfoy, son diez en punto, lo esperan en la sala de conferencias– dijo la voz de Victoire.

Draco extendió débilmente la mano y presionó el botón para responder. –Envía a Colby a la reunión. Él sabe qué hacer–.

Hubo una pequeña pausa cuando supo que Victoire buscaba en su mente cómo responder. Finalmente, él orbe volvió a sonar y ella dijo: –¿Otra vez?

Draco volvió a poner el dedo en el botón y dijo: –Sí, de nuevo, señora Lupin. Por favor, no cuestione mi autoridad.

Otro momento de silencio.Un zumbido. –El Sr. Rees está en camino. Le traeré su té.

Draco gruñó. Sabía que no era una pregunta, pero aun así presionó el botón y dijo: –No quiero ninguna...

Fue muy tarde. Las puertas de su oficina se abrieron de golpe y Victoire entró, levitando una bandeja ya que su estómago era demasiado grande para simplemente cargarla.

Se sentó y miró fijamente su panza. –¿Cuándo volverás a nacer?– preguntó.

–Tres semanas", respondió ella, dejando la bandeja y sirviéndole una taza de té de la tetera.

–¿No deberías irte de permiso pronto?

Victoria se burló. –No te vas a deshacer de mí tan fácilmente. Y no estás en condiciones de enfrentarte a otra secretaria incompetente–. Ella dejó el té de golpe frente a él. 

Draco la miró y parpadeó. –¿Qué estás haciendo?– Ella exclamó. –Tienes que gestionar una empresa de galeones multimillonaria. –¡No puedes estar con el corazón roto

–Te das cuenta de que estás gritándole a tu jefe ahora mismo, ¿no?

–¡No me importa!" Ella chasqueó. "¡Estoy embarazada, me duele cada parte de mí y quiero un maldito curry! ¡Puedo gritarle a quien quiera!

Draco la miró fijamente por un momento y suspiró. Luego abrió uno de los cajones de su escritorio y sacó un menú de una casa de curry. se lo entregó a ella. –Este lugar tiene el mejor curry de la zona.– Hermione le había contado sobre eso.

Victoire miró el menú con escepticismo antes de cogerlo. –Veré esto más tarde,– dijo. Se movió de un pie a otro cuando comenzaron a dolerle y finalmente se rindió y se sentó. –Estabas bien cuando llegaste esta mañana. ¿Qué pasó ahora?

Draco miró el monitor de su computadora y suspiró nuevamente antes de girarlo para que ella mirará. Victoire escaneó un correo electrónico que recibió del Ministro explicando que, a partir de hoy, Hermione Weasley ya no trabajaría con su empresa debido a conflictos de programación, y que todas las consultas futuras debían enviarse a Cormac McLaggen.

Victoire miró a su jefe de aspecto miserable y esta vez suspiró con él. –Ella te dijo que lo iba a hacer,– dijo, esperando que de alguna manera mejorara las cosas.

The Deadline (traducción en proceso)Where stories live. Discover now