XXXII

257 23 7
                                    

Con el pasar de las horas el brillante sol comenzó a descender y ocultarse detrás de los enormes edificios antes de desaparecer por completo en el horizonte, las calles transitadas eran iluminadas por kilómetros de lámparas que junto a las brillantes luces de los letreros de los locales nocturnos dejaban ver el inicio de la vida nocturna en la ciudad Yokohama, las personas recorrían los caminos de concreto dispuestos a volver a casa con sus familias y así descansar después de un arduo día laboral.

Para muchos la noche solo era el inicio de sus deberes, era parte de la forma en que se ganaban la vida, sobre todo para los miembros de la más temida organización criminal conocida como la Port Mafia, pero también había funcionarios y hombres con poder que buscaban todo tipo de lugares establecidos para la diversión, la bebida y el placer, y no había mejor lugar que la casa de cortesanas de Osaki Kouyou.

La oscuridad de la noche cubría el inmenso cielo, las estrellas brillaban en su punto más alto junto la hermosa luna en su cuarto menguante, la fiel testigo y compañera de aquellos pecadores que salían en busca de la mujer más bella que les hiciera olvidar lo miserable de su vida

El reloj no marcaba más de las nueve y el lugar ya se encontraba repleto, un ambiente relajante con un agradable entretenimiento, una suave música y bebidas llegando una tras otra antes de pasar a la privacidad de una habitación donde se entregaban a la lujuria alfas, betas y omegas por igual, pero lejos de ese ambiente de perversión, en la habitación al fondo cerca de los almacenes una niña de cabellos rojizos daba por terminado los deberes que debía entregar al amanecer.

La pequeña tomo la taza de chocolate caliente que otra joven le entrego horas atrás, bebió lo último y se levantó comenzando a limpiar el espacio que utilizo para cenar colocando todo en una charola que sabia más tarde pasarían a recoger, dio un largo suspiro dejándose caer sobre el cómodo colchón y tomando su celular reviso los mensajes que recibió horas atrás.

Jamás imagino que la situación con el mafioso llegara a ese punto crítico, no podía dejar de pensar que el hecho de buscar a Dazai había sido buena decisión pese a que iba en contra de los deseos de su madre, ¿Qué habría pasado de ignorar el frágil estado en el que llego y solo marcharse para pasar la tarde con su amiga? Probablemente ahora mismo Nakahara Chuuya estaría muerto y ella llorando porque no pudo hacer nada para ayudarlo, ya había perdido una familia y no podía perderlo a él también.

Dejo el celular bajo sobre la mesita de noche y se puso de pie dispuesta a terminar de alistarse para dormir, Kouyou le dejo muy en claro que si no la llamaba por la noche significaba que se quedaría en el hospital para cuidar al pelirrojo y no podría arroparla como había hecho hasta ahora, sin embargo antes de siquiera poder cambiarse aquel sonido difícil de ignorar lleno la habitación y con solo leer el nombre en la pantalla del móvil su corazón se sintió presionado por sus costillas casi que no podía respirar, aun así respondió

- Kouyou neesama-

Su voz inconscientemente salió entrecortada por culpa del nudo que se formó en su garganta pero que fue pasado por alto por la mujer del otro lado de la línea

-Hola Aya , ¿Cómo está todo por allá? ¿te estas preparando para dormir? - tenia muchas cosas por decirle pero no sabia por donde empezar, cuando le menciono sobre el estado de salud del omega se limito a decir que estaba internado en el hospital por las heridas que tenia pero no que la causa probable había sido un intento de suicidio, no sabia como se lo tomaría una niña de su edad

-Si, estaba por lavarme los dientes... - carraspeo su garganta un par de veces volviendo a sentarse sobre la cama - termine la tarea y deje la taza y platos de mi cena donde siempre para cuando pasen por ellos

-Bien, mañana temprano pasara Tachihara por ti para llevarte a la escuela, pero intentare pasar temprano a verte-

-No.... - la interrumpió mientras negaba con la cabeza un par de veces- no es necesario voy a estar bien-

-¿estas segura? Podría ir a verte y platicar sobre cómo te la pasaste hoy con tu amiga, con lo que paso no pude verte - menciono con un notorio tono envuelto en tristeza - estoy segura de que te veías hermosa y quizás cuando tu madre despierte podremos ir juntos a probar esos pasteles-

-Si, seria lindo ir juntos- las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas una tras otra sin poder contenerlas, estaba tan preocupada y aun así no había llorado desde que dejo la agencia de detectives

-Aya no llores tesoro, todo va a estar bien te lo prometo- paso una de sus manos por sus mejillas alejando ese sentimiento de su ser, no podía ceder a las lágrimas, no aun - mañana saliendo de clases pasare por ti y...-

Las voces a sus espaldas, las enfermeras y doctores que se apresuraban a llegar al cuarto donde su aprendiz descansaba provocaron un revuelco en su pecho, temía lo peor hasta que alcanzo a escuchar la afirmación de uno de los camilleros, "el paciente Nakahara Chuuya había despertado" incluso si había sido más pronto de lo que cualquier especialista en la salud imagino.

-¿Kouyou neesama? ¿paso algo? ¿es mi mamá? - aun con la distancia o la interferencia podía percibir el aumento del ruido del otro lado de la línea, los altavoces entre otras cosas, pero el silencio de la fémina le dejaba en claro que se trataba de su madre

-Aya debo irme, Chuuya despertó si todo sale bien mañana temprano pasare por ti y podrás venir a verlo ¿te parece? -

-Si, eso me gustaría mucho-

- intenta dormir, mañana será un largo día y no quiero que esto afecte tu rendimiento escolar ¿entendido? -

- por supuesto neesama- una gran sonrisa se dibujo sobre sus mejillas sonrosadas y tras despedirse colgó, todo saldría bien, tenía esperanza de que pronto todo volvería a ser como antes pero avanzarían un paso a la vez.



-todo parece estar bien aún así permanecerá en observación por esta noche - el doctor entregó la información a una de las enfermeras para que le administrarán el medicamento al suero, con este los últimos restos de los medicamentos saldrían de su cuerpo, incluso cabía la probabilidad de darle el alta por la mañana tras ver al psiquiatra

- ya les dije que estoy bien, debo volver con mi hija- el ejecutivo intento levantarse y quitarse la intravenosa pero la expresión molesta de su mentora lo detuvo - no estoy loco para ver un psiquiatra

- Chuuya kun es por tu bien todos estamos preocupados por ti- el líder de la mafia se acercó dedicando una mirada asesina - te prohibo intentar escapar del hospital ¿te quedo claro?

Un escalofrío recorrio su cuerpo a través de la columna bajando la mirada a las blancas cobijas

- si jefe - respondió con simpleza dando un largo suspiro cansado

- bien, ahora quiero que nos expliques Chuuya kun ¿que fue lo que te impulso a cometer algo como eso? -

- ya se los dije, yo no intente
suicidarme -

Mi mayor secreto ★Soukoku★ PausadaDove le storie prendono vita. Scoprilo ora