XXII

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La suave música clásica hacia eco dentro de la amplia, la dulce melodía del violín y del piano, las bajas luces calidas que iluminaban las mesas, la hermosa decoración y los platillos tan exquisitos servidos por profesionales, todos esos detalles lograban crear el ambiente adecuado para las distintas parejas que buscaban fortalecer o formar un vínculo, por eso no fue de sorpresa que el alfa de cabellos azabache eligiera ese lugar para su primer reunión formal.

Su mesa alejada del resto les ofrecía hasta cierto punto algo de privacidad aunque su conversación se había salido del tema de interés por parte del mafioso, el joven mesero se acercó mostrando una sonrisa tranquila y amable sirviendo el vino que fue solicitado, una cosecha de calidad en una fina copa de cristal.

- y bien ¿que te a parecido petirrojo? - los orbes violeta lo miraban con atención esperando la respuesta de su acompañante, intento sorprenderlo y parecía que su plan había funcionado - pese al poco tiempo conseguí lo mejor solo para ti -

-estoy realmente impresionado Fyodor... - un largo suspiro escapo de sus pulmones dejando la copa a un lado - todo es muy lindo pero yo vine aqui a hablar de trabajo, quiero saber tus intenciones para conmigo y la Port Mafia -

-¿intenciones? - no pudo contener la baja risilla siendo atrevido y sostener su mano enguantada- no tengo malas intenciones, solamente quería conocer al ejecutivo más hábil y poderoso que posee la organización japonesa, escuche de tus logros pero nada se compara a tu belleza -

Las mejillas del pelirrojo se tiñeron de un ligero tono carmin, era inevitable la vergüenza si nadie había sido tan directo y dulce con él, sin embargo sabia que era mentira

- eso no es verdad- lentamente hizo que lo soltara y acomodando un mechón de cabello tras su oreja la expresión en su rostro se volvió sería - hay rumores sobre mi, eso lo se pero tu buscas algo más ¿acaso crees que no conozco tu historia con Dazai? su constante competencia para ver quién es mejor, así fue como nos conocimos en primer lugar ¿no es verdad?-

El extranjero no mostraba emoción alguna, había sido atrapado en su propio juego pero no le sorprendía, al contrario lo esperaba para dejar de jugar

- tienes razón -

- también se que escuchaste sobre mi situación de lo contrario no habrías enviado esa carta - sus labios se curvearon en una sonrisa -eso fue hábil, lograste desviar la atención de Mori san pero en cuanto escuche tu nombre supe tus intenciones -

-¿mis intenciones? para ti ¿y cuales crees que son mis intenciones? -

- provocar a Dazai con algo que alguna vez fue de su propiedad - describirse de esa forma fue un golpe directo a su orgullo, sabía que eso era para el castaño sobre todo en su tiempo dentro de la Mafia Portuaria, solo un lindo objeto que presumir en las reuniones, eso era y siempre lo fue

- te equivocas en eso, no le perteneces a nadie más que a ti mismo Chuuya kun - debía admitirlo el ejecutivo era mucho más listo de lo que pensó -quiero saber más sobre como llegaste a esa conclusión-

- ya te lo dije, fue debido a los rumores- volvió a tomar su copa terminando el resto del líquido borgoña - Fyodor Dostoyevski líder de la mafia rusa envía por primera vez una carta para arreglar un compromiso y unir ambas organizaciones, la carta llegó justo después de que saliera a la luz que tengo una hija, todos desistieron sus intentos de coqueteo en ese momento pero apareciste tú, demasiada casualidad ¿no lo crees? -

- Dazai te subestima, ya veo por qué lo dejaste -

- que lo haya dejado no es asunto tuyo, así que dime ¿que es lo que quieres y que recibo a cambio? - era hora de poner las cartas sobre la mesa, si le convenía aceptaría el trato si no simplemente ambos podrían continuar con sus vidas sin volver a encontrarse en el camino

- desde que te conocí supe que eras un omega único pero que guardaba un secreto que lo atormentaba por las noches- inclinandose sobre la mesa acarició su mejilla con su diestra, había deseado tanto sentir esa suave piel de porcelana, quería poseerlo y controlarlo pero no iba a ser sencillo -Dazai siempre te mantuvo atado con una correa de cuero pero no fue capaz de marcarte y eso me hizo desearte de una forma insana, no quiero solamente una noche pero podrias usarla para desahogarte de lo que él te hizo y castigarlo de esa manera, podrás ver el dolor y arrepentimiento en su rostro, sería como apuñalarlo lentamente -

- entonces quieres que me acueste contigo, que estupidez -

- te equivocas ángel, quiero algo mucho más que una noche - se puso de pie acercándose al pelirrojo, la diferencia de altura se hizo más notoria de esta manera y eso le daba cierto aire de superioridad, posando su pulgar e índice sobre su barbilla lo obligó a levantar la mirada encontrándose con los afilados orbes celestes - tu eres uno de los usuarios de habilidad más poderosos del mundo y tu poder combinado con el mío sería algo digamos interesante de ver, por eso quiero que seas mi omega -

-¿y que obtengo yo a cambio? -

- todo lo que desees, el mundo entero si es lo que quieres, yo me aseguraré de darte una vida de lujos como te lo mereces - inclinándose acortó poco a poco la distancia que los separaba hasta el punto de poder sentir su aliento contra su rostro - pero a cambio quiero que me des un hijo -

- ni en tus sueños - lo empujó con algo de fuerza recuperando su espacio, hizo un movimiento con su mano para llamar a su mesero quien sin perder el tiempo volvió a la mesa - traeme la cuenta por favor -

- crei que yo te estaba invitando -

- no me gusta deberle nada a nadie - saco la cartera de entre sus ropas vio la nota y le entregó el dinero al joven, no había notado que se trataba de un omega sino hasta que comenzó a verse afectado por las feromonas que ambos habían liberado

- si quieres que nos volvamos a reunir para hablar de cosas relacionadas con el intercambio entre ambas organizaciones acercate al edificio de la mafia, únicamente ahí aceptaré encontrarme contigo - dicho eso se retiro, no tenía nada que hacer ahí con un alfa que creía que podría llegar y manipularlo para que cayera a sus pies, afortunadamente el frágil vínculo que tuvo con el detective evitó que cediera ante sus pesadas feromonas.

- esto no a terminado Nakahara Chuuya - sus codos se posaron sobre la mesa y recargo su barbilla sobre sus manos unidas - él te lastimara aún más y vendrás corriendo a mis pies -


El auto se estacionó delante de aquella elegante casa tradicional, la música y las voces eran apenas perceptibles desde el exterior, algo normal en una noche ajetreada y llena de clientes, apagó el motor recargando su cabeza en el respaldo del asiento dando un suspiro cansado, no tenía deseos de quedarse a conversar con su mentora solo recogería a su hija y volverían a casa para descansar.

Bajo sintiendo una corriente de aire recorrer su espalda, una extraña sensación y un mal presentimiento provocó que su corazón comenzarán a latir de forma desmesurada, el viento volvió a soplar y con este un aroma familiar inundó sus fosas nasales presionando sus puños con fuerza

-supongo que era cuestión de tiempo para que me encontraras -

Se dio la vuelta, sus ojos se cruzaron con la mirada avellana, una mirada llena de dolor y arrepentimiento, jamás los había visto de esa manera pero ni siquiera eso era suficiente para ablandar su corazón, su herida continuaba abierta y no era capaz de perdonar.

Mi mayor secreto ★Soukoku★ PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora