Half Moon ☾ 𝄀Sonadow𝄀

𝑬𝒏𝒅𝒍𝒆𝒔𝒔 𝑹𝒆𝒗𝒆𝒏𝒈𝒆.

Todo el ambiente se tornó rápidamente tenso, y fue cuando Shadow lo entendió todo, veía su mundo de fantasía derrumbarse llegando hasta la realidad estrepitosa.

—¿Quieres comenzar tú hijo? —preguntó Solaris a lo que el azabache volteó la vista.

Ni Alenna, ni tampoco Sonic entendían pero suponían que sólo sería una noticia como todas las demás.

Que gran error.

—Madre. —habló Shadow dirigiéndose a ella. —No quedamos en esto. —le susurró.

—Por supuesto que sí, desde el momento que lo aceptaste, quedamos en ser esto hijo.

Sonic frunció el ceño.

—¿Por qué no se lo dices de frente? ¿Ah? ¿De qué todo esto fue un engaño?

—Suficiente madre. —expresó enojado.

El erizo azul se levantó y fue junto a Shadow.

—¿Qué sucede Shadow? —preguntó a lo que luego Solaria se levantó del sofá.

—No pasa nada querido Sonic, nada que no sólo la verdad. —Mencionó a lo que Shadow se colocó enfrente de su esposo.

—Madre. —dijo.

—¡Es suficiente Shadow! —exclamó molesta.

La tormenta afuera incrementó y eso se notó cuando comenzó a llover con más intensidad.

—¡No puedes hacer esto ahora! —gritó Shadow. —¿Por qué?

—Porque estoy cansada de esa familia. —giró su vista a Alenna, quien frunció el ceño levantándose.

—¿Qué quieres decir Solaris? —interrogó.

Solaris dirigió su vista hacía su hijo quien parecía estar rendido, así que procedió con lo que tanto temía el azabache.

—Estoy segura que conoces a Mephiles the Dark. —explicó a lo que la eriza contraria abrió los ojos con sorpresa. —Era mi esposo.

Alenna se tapó la boca con las dos manos, sin embargo, el único que parecía no entender nada de la situación era Sonic.

Las gotas de agua pasaban por el cristal de la ventana de forma corrida y los truenos comenzaban a escucharse de forma más sonora.

—Eso quiere que tú... que ustedes... —habló Alenna sentándose mientras procesaba lo que escuchaba.

—Sí. —afirmó la de pelajes oscuros. —Shadow es su hijo y sabe perfectamente lo que ocurrió hace años, cuando ustedes nos quitaron todo.

—¡Eso no es cierto! —respondió Alenna. —Zokar... Zokar tuvo sus razones para hacerlo.

—¿Sus razones? ¡¿Sus razones?!

Antes que Solaris fuera para pararse enfrente de la eriza Shadow se interpuso en su camino.

—No tiene caso madre. —dijo mirando hacía abajo.

—¡¿Tienes idea del infierno que tuvimos que pasar?! —gritó hacía la eriza.

—¿Qué está pasando Shadow? —volvió a preguntar el erizo azul. —¿Qué tiene que ver el tal Mephiles con mi padre? —volteó a ver a su madre.

—Qué tu madre te diga la verdad. —Mencionó Solaris dirigiéndose al cobalto. —Y así podrás entender todo lo que Shadow tuvo que hacer.

Sonic miró a su esposo y este solo volteó la vista.

—Eran socios, Zokar confiaba plenamente en él, y lo sé porque cada vez que regresaba conmigo me decía que era un amigo de negocios. —dijo Alenna. —Pero ni apenas tuvo la oportunidad, Mephiles lo traicionó cometiendo lavado de dinero.