8.Equilibrio

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Sua metió la cuchara con helado entre sus labios y trató de buscar el sabor en algún punto de la crema derritiéndose sobre su lengua, pero no tuvo éxito. Odiaba los dulces dietéticos. De hecho, aún sentía remordimiento de pensar que amaba todo lo que tenía calorías y sabía bien.
Dami cruzó los brazos. - "Unnie, entonces ¿qué has pensado?"
La joven de cabellos cafés salió del trance e introdujo un poco más de helado en su boca. Pasó sin saborear, suspiró y negó con la cabeza. - "Obviamente: No tomarlo."
- "¿Has pensado que tal vez no sea tan malo después de todo?"
- "No estudié para ser la asistenta de alguien, Dami."
- "Pero Sua, el mantenerte ocupada te haría sentir menos aburrida. Y ganarías dinero." - Minji intervino, para luego hundir su cuchara en el helado de Sua. Al probarlo, arrugó su rostro y pasó el contenido asqueada. - "Por dios, qué clase de basura es esta..."
- "Helado dietético." - Dijo Sua.
- "Bora, el helado no puede ser dietético. Si es de dieta, no es helado."
Sua se hundió en hombros. Dami tomó un sorbo de su té de jazmín y tomó la muñeca de la mayor dándole ánimo. - "Sua unnie, deberías ir a la entrevista y probar si te gusta."
- "Solo por probar." - Asintió Minji.
- "Muy tarde. La entrevista fue hace una o dos horas, no lo recuerdo." - Reunió el poco helado que le quedaba en el vaso de vidrio y lo colocó en la cuchara.
- "¿Entonces lo hablaste con Matt?"
- "Oh, no. Eso significaba discutir inútilmente una vez más."
- "Bueno, es probable que le hayan informado cuando declinaste la oferta."
- "No decliné, solo... La ignoré y vine a comer helado con ustedes." - Sonrió.
- "Tu noviecito va a molestarse cuando se entere." - Dijo Minji finalmente interviniendo. - "Mucho."
- "Lo sé. Como igual iba a molestarse, decidí ganar tiempo buscando la forma de reconciliarnos desde ayer." - Buscó en su celular. - "Y es por eso por lo que necesito su ayuda, para armar esto..." - Las imágenes de una cena romántica empezaron a correr en la pantalla.
- "Odio decorar." - Dijo Minji.
- "No hay que decorar, lo que necesito es que me recomienden un delicioso plato, un buen restaurante, dónde comprar velas y esas cosas." - Sua sonaba emocionada.
- "Deberías prepararle algo tú misma." - Minji enfatizó.
- "No. No soy buena en la cocina. Él apreciará más algo que no esté crudo o quemado."

- "Apreciará cualquier cosa hecha por ti." - Dami sorbió un poco más de té.
- "No si le causa indigestión, Dami-ah."
- "Siyeon puede ayudarte." - Dijo Minji. - "Dices que ella cocina bien, ¿No?"
- "No creo que pueda pedirle un favor a Siyeon."
- "¿Por qué? Pensé que todo iba mejor entre ustedes."
- "De hecho, increíblemente, sí." - Sua asintió. - "Pero me avergüenza pedirle algo. No es como si tuviésemos toda la confianza del mundo. Desde hace pocos días dejamos de discutir por las noches sobre cualquier cosa."
- "¿En las noches? ¿Cualquier cosa?"
- "Era el único tiempo que teníamos para discutir... Y vernos la cara, básicamente." - Se hundió en hombros. - "Es lo que mejor se nos da y sin mala intención."
- "Siyeon unnie parece ser una buena persona. Deberías considerar pedir su ayuda."
- "A Matthew le encantará el detalle." - Dedujo Minji dándole la razón a Dami tácitamente.
- "Debemos regresar a las clases." - Dami tomó sus apuntes y se puso en pie viendo la hora en su reloj de muñeca. - "En todo caso, podrías pedir la cena en el lugar donde trabaja Siyeon. Así ella cocina y pagándole dejaría de ser un favor."
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- "Eres un genio, Dami-ah. Un genio."
- "Sus, hablamos en serio, busca un trabajo." - Dijo Minji.
- "Lo busco, pero no encuentro el perfecto para mí. Hasta entonces-" - El celular de Sua empezó a sonar al lado de las llaves del auto y cuando vio el nombre en la pantalla empezó a perder la sonrisa de inmediato. Era Matt y ella se preguntaba por qué había demorado tanto en llamar. Esperaba su reclamo desde hace más de media hora. - "Debo contestar."
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Siyeon sintió que era un buen día. Había tenido un excelente descanso toda la noche, una amena conversación previa a un largo sueño y planes interesantes para esta noche como hace tiempo no los tenía. Había pasado toda su mañana comprando algunas cosas que hacían falta en el local y ahora llegaba con bolsas llenas de insumos, las zapatillas algo sucias y una sonrisa brillante.
- "¡Bueno! Pero si alguien está de muy buen humor hoy." - La voz de Gahyeon retumbaba en el local que estaba recibiendo a sus primeros clientes de la tarde. El rostro conocido, acomodado alrededor de una sonrisa blanca, caminaba hacia la barra. Handong preparaba dos pedidos y le daba la espalda, pero volteó para unirse al caos cómico que empezaba a formarse tras la barra.
- "Buen día, buen día." - Murmuró Siyeon sonriendo mientras miraba el suelo, hasta que se dio cuenta que ambas chicas la miraban expectantes. - "¿Qué?"
- "¿Parece que le fue bien a alguien, no?" - Gahyeon se recostó sobre la barra.
- "Cuando compras comida, tienes que regresar sonriendo..." - Dice Yoohyeon desde dentro.
- "Quizás tiene una amiga especial." - Susurró Handong a Gahyeon mientras Siyeon entraba a la cocina.
Yoohyeon salió varios segundos después por la ventana que unía la cocina con la barra, tenía una mancha de masa líquida blanca en la nariz. - "¿Qué le ha pasado?" - Se veía sorprendida y tenía un cucharón bañado con la misma masa en la mano.
- "¿Por qué?" - Handong volteó.
- "Me dijo 'Yoohyeonnie-ah."- Respondió Yoohyeon desencajada.

El Departamento [Adap.Suayeon]Where stories live. Discover now