Capítulo 15°

73 12 2
                                    

15

A la mañana siguiente, estuvimos tarde para la escuela. Nuestra alarma ni siquiera se escuchó. Tal vez olvidamos ponerla, no creo recordar ese detalle con exactitud, incluso aunque tengo la cierta ventaja de poseer una muy buena memoria, tampoco es como que tenga una memoria autobiográfica superior o algo así, así que dejaré de darle más vueltas a eso.

Debo decir que fue por mi instinto o costumbre de despertar temprano, lo que nos salvó de no privarnos de asistir a clases y solo recibir un mero castigo por nuestra particular tardanza de aquella vez. Jamás hube llegado tarde a la escuela ni una sola vez, yo siempre habiendo sido muy exigente con todo lo relacionado a mi educación, entonces, comprenderán que realmente estuve muy angustiado por perderme la primera clase del día y no tanto por el evidente regaño de mis superiores, pues conforme crecía y comenzaba a tener un mayor razonamiento sobre mi situación o contexto, el conocimiento pronto se convirtió en mi verdadero pan de cada día. Mi educación siempre ha sido algo primordial para mí, habiendo sido mi única esperanza para poder salir de la pobreza y la miseria a la que me vi sometido por mis padres irresponsables y egoístas, permitiéndome ser completamente independiente, ganarme un puesto importante en la vida y librarme de ese pasado terrible y lleno de necesidades, algo que actualmente he logrado llevar a cabo.

Oh, no me di el tiempo de comentar con anterioridad, pero me gradué como médico de profesión en la universidad nacional de Seúl. Soy un médico cirujano de urgencias y trabajo en el departamento de emergencias en Seúl. Debo decir que comencé estudiando la carrera sin tener realmente vocación alguna por esta, simplemente la escogí, y no piensen que es por ser un presumido, porque siempre le soy muy leal a la humildad, pero el haber sido un estudiante destacado, muchos de mis maestros me recomendaron o recalcaron que podía tener futuro como médico. Sin embargo, no importa que tan inteligente o aplicado fui, o que tan buena memoria poseo, conseguir terminar la carrera fue algo realmente duro, sobre todo cuando por ciertos periodos, me vi obligado a posponer mis estudios, para trabajar y reunir el dinero necesario para poder mantener mi estadía y necesidades básicas en Seúl, pues al ser estudiante de medicina, simplemente no me resultó sencillo estudiar y trabajar al mismo tiempo, y lo digo, porque lo intenté en mi primer año de la carrera y no me fue del todo estupendo, ni pude cumplir con las expectativas que tuve para ese primer año. A veces solo podía conseguir, por mi falta de experiencia laboral, trabajos con horarios rotativos, y a veces estos horarios perjudicaban el horario que ya había establecido para mis clases y estudio, así que mi primer año fue un desastre, incluso cuando logré obtener calificaciones aceptables.

Pero, haber estudiado medicina, no es algo de lo que pueda decir que me arrepiento, incluso con mi realidad que venía desde abajo y sin apoyo alguno, y hubo momentos en los que me sentí tan solo y deprimido, y en donde los niveles de ansiedad y estrés se volvieron tan caóticos para mí, que fueron muchas las noches en donde me vi derramando lágrimas sobre mis libros de anatomía y apuntes, pensando que tal vez no era lo suficientemente bueno o capaz de asumir la carrera, sin embargo, conforme fui perseverando, sobre todo en mis años de internado y servicio social, le fui cogiendo un sincero cariño y vocación, no obstante, tampoco puedo decirles que en esa etapa me la pasé grandioso o que no cometí errores, porque no, pero hice mi mejor esfuerzo y ahora puedo asegurarles que me siento orgulloso con ello, porque actualmente estoy viviendo la vida que siempre deseé para mí. Actualmente vivo en un departamento bastante decente y en una zona tranquila, conduzco una moto genial - no saben cuánto amo mi moto -, puedo costearme ropa de mejor calidad y me permito tener buenas comidas, claro, solo en mis días de descanso, porque los días que me la paso en el hospital y me toca hacer guardia, a veces ni siquiera tengo tiempo de comer, sobre todo al estar en urgencias.

He logrado cambiar muchos aspectos de mi vida para mejor, sin embargo, en cuanto a mi personalidad, sigue manteniéndose bastante intacta; pues debo confesar que aún me cuesta socializar, aunque he aprendido a trabajar en equipo - es importante que un médico sepa trabajar en equipo - y a ser más relajado con las personas. Creo que eso es algo en lo que tal vez no me hubiese atrevido a progresar de no ser por dos buenas amigas que conocí en mi tiempo en la universidad, Jihyo y Lisa, con ellas fue fácil soltarme. Ellas dos eran unas extrovertidas locas, aunque bastante inteligentes y amables, y yo como todo un introvertido solitario, ambas decidieron adoptarme. Se escucha gracioso, lo sé, pero disfrutaba mucho el tiempo en compañía de ellas, incluso reunirnos a estudiar se volvió muy divertido y dinámico al lado de ellas y mi confianza se vio restablecida.

Todo lo que nunca te dije - KookVWhere stories live. Discover now