13

69 5 0
                                    

13
Las manos del modelo jugaban de manera nerviosa con los palillos; era consciente de que eso podía ser una falta de respeto y que, aunque se esforzaba, no estaba prestando atención a lo que su acompañante decía, no podía evitar que su mente viajara a esa noche en Graz de semanas atrás.
Había vuelto a Corea y con calma, le explicó a su representante que ya estaba listo para volver a su trabajo y aunque Hoseok seguía teniendo sus reparos, activó su agenda una vez más, con la condición de que el modelo también detuviera aquella forma poco sana de relacionarse con las personas. Aquella parte de la conversación había sido levemente irritante, pues Taehyung había pasado de rodar sus ojos a un muy poco sutil "no te pago para que controles mi vida sexual".
Y tenía razón, pero Hoseok, como su amigo, lo había hecho pensar sobre su conversación con el piloto. De cierta forma, Taehyung debía pensar con claridad sus acciones ahora y si seguía jugando a follar sus problemas, no iba a llegar a buen puerto.
—Tae, sabes que mi gira por el país comienza mañana, ¿Verdad?
El modelo parpadeó, alzando sus ojos que hasta el momento, habían estado sobre el trozo de carne que estaba en la parrilla, viendo ahora a su mejor amigo arquear una ceja con interés. Cierto, Jimin... ¿Era un mal amigo por no recordar sobre qué estaban hablando?
—Lo lamento. Estoy distraído, pero ya tienes toda mi atención —dijo con una sonrisa, viendo al cantante fingir molestia antes de que riera para restarle importancia.
— ¿Te gustaría compartir? Quizá lo que piensas es mucho más interesante que escuchar sobre mis presentaciones —bromeó, porque no le costaba demasiado imaginar en qué estaba pensando el modelo, pues desde que había regresado de su viaje fugaz a Austria, su mejor amigo parecía una persona totalmente distinta—, ¿Tu trabajo está bien?
—Uhm, sí. Hobi Hyung insiste en que una agenda liviana es lo mejor para que descanse, pero tengo demasiados tiempos muertos.
—Eso es bueno, puedes usar esos días en ti —dijo con aprobación, porque comprendía la razón por la que Hoseok se esforzaba por no saturar al modelo—, ¿Volviste a fotografiar? Quizá es un buen momento.
—Lo he hecho —suspiró profundamente—, no me gusta tener tanto tiempo libre, pienso idioteces, Jimin-ah. Y Hobi Hyung me prohibió buscar distracciones de otro tipo.
Rió con burla. —Tiene un punto; debes parar eso, Tae. Si quieres estar bien, no creo que lo que necesites en este instante sea sexo.
—Pero el sexo es bueno —dijo con una sonrisa, aunque no iba a mentir, si iba junto a alguien más en ese momento, dudaba que fuese a sentirse bien.
— ¿Has pensado qué hacer?
Sí. Lo había pensado cada día.
Sus sentimientos por Jungkook seguían ahí; no podía mentirse como esos dos años y decir que no lo amaba, porque esa noche en Austria le había dejado claro que el piloto seguía siendo la persona que amaba; pero aclarar las cosas era una cosa diferente a volver como si nada hubiese pasado.
—Quiero verlo —dijo al fin, viendo a Jimin sonreír con afecto ante sus palabras; humectó sus labios, sintiéndose mucho más consciente del peso de ambos anillos colgando de la cadena alrededor de su cuello—, en verdad quiero verlo una vez más.
— ¿Pero?
—Pero Jungkook tiene razón. No quiero volver tampoco a lo que teníamos y me da miedo pensar que las cosas puedan no ser lo que espero.
El cantante se apoyó en una de sus manos, viendo a su mejor amigo esperar por una respuesta. Los ojos de Taehyung demostrando cada una de sus emociones, recordándole la primera vez que el modelo fue a hablarle de aquel piloto presumido que había conocido en Italia. Las mismas ansias que ahora eran matizadas por el temor a un nuevo fracaso.
— ¿Y no crees que es emocionante? —dijo con voz calma, divertido ante la confusión clara en el castaño—, tener una oportunidad de intentarlo otra vez.
— ¿Me escuchaste? —dijo con una profunda arruga entre sus cejas, logrando que Jimin se encogiera de hombros con despreocupación, como si sus palabras no fueran de importancia. Muy empático, pensó con frustración—, ¿La parte donde dije que me da puto miedo?
Sus ojos se ampliaron al escuchar a Jimin carcajearse con fuerza, ignorando las miradas curiosas de personas que eran claramente sus seguidores. Luego, el idol bebió de golpe su soju, sirviéndole a su mejor amigo para que lo imitase, esperando que el alcohol se llevara la tensión que Taehyung cargaba sobre sus hombros.
— ¿Y eso qué? —Jimin dijo sin dejar de sonreír—, tienes miedo de que no sea lo que esperas, gran cosa.

Mío Where stories live. Discover now