Capítulo 11

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La madre de Jin, de inmediato causó una impresión totalmente inesperada para Ming, pues al instante ella apareció desbordando una energía totalmente positiva y alegre, a diferencia de su madre, que con frecuencia lo único que provoca en su ser son sentimientos amargos.

Wen: — Mi hijo me ha hablado mucho de ti, últimamente eres de lo único que habla — mencionó ella con una sonrisa algo emocionada

Aquello puso a Jin bastante nervioso, tanto que solo pudo voltear la mirada mientras dejaba a su madre hablar.

Ming: — Me alegra finalmente poder conocerla, siempre tuve una enorme curiosidad sobre cómo fue que él cocina tan bien

Wen: — Sabía que todo lo que cocinaba por a parte era para alguien, él no me lo quería decir, es un travieso — dijo ella mientras reía

Jin: — Mamá, por favor... — mencionó él con bastante nerviosismo

Wen: — Hay, no te avergüences, ustedes ya son pareja, ¿no es así?

Esa pregunta asustó bastante a Ming, tomándola desprevenida, pues aunque su objetivo era un día llegar a eso, no esperaba que el tema se tocaría de una forma tan directa y repentina.

Ming: — Am... no, no lo somos...
Jin: — Mamá, ella y yo solo somos amigos...

Wen se había sentido algo apenada, pues ambos se notaba algo incómodos, pero intentó buscar una manera de desviar el tema rápidamente.

Wen: — El punto es que Jin ha aprendido tanto sobre la cocina que creo que ya me superó, a veces me sorprende con las cosas que hace

Ming no pudo evitar reír — Es cierto, su comida es muy rica, disfruto mucho todo lo que él cocina

Jin: — Como te conté, todo lo aprendí de mi madre, ella es quien me enseñó todo

Wen: — Jin desde pequeño siempre tuvo un enorme entusiasmo por aprender sobre cocina, me insistía que le enseñara a hacer las cosas tan bien como yo, entonces, a medida que fue creciendo, fue aprendiendo y poco a poco, cuando ya formó una experiencia considerable, empezó a aprender él solo, y no puedo estar más orgullosa de él — mencionó mientras se acercaba a acariciar la mejilla de su hijo

El corazón de Ming en ese momento parecía romperse lentamente, pues frente a ella veía en otros lo que ha anhelado desde que tiene memoria, una prueba de que está haciendo las cosas bien, el ver qué de alguna manera su madre ve su esfuerzo, su dedicación, tan si quiera una muestra de cariño, pero es algo que parece un lujo para Ming.

Jin: — Ming, ¿Estás bien? — preguntó él mientras se sentaba al lado de la joven

Ming: — ¿qué? — no lo había notado pero estaba llorando, por lo que trató de limpiar sus lágrimas rápidamente — lo siento, yo...

Wen: — Perdón, ¿dije algo malo?

Ming: — No, es solo que... recordé algo... algo amargo, pero estoy bien, no pasa nada...

Jin podía intuir qué era lo que Ming estaba sintiendo, pues al conocer por lo que ha estado pasando, no es difícil darse cuenta de por qué llora.

Wen: — Bueno, cuéntame de ti, ¿Que cosas te gustan? ¿Que objetivos tienes?

Ming: — Bueno, creo que soy una chica tranquila... aunque claro, algunas veces mi temperamento me gana y me enojo con facilidad pero... en general trato de ser una buena persona...

Wen: — Eso se nota, pequeña, eres una chica muy amable, Jin me cuenta que incluso lo protegiste de unos abusivos

Ming: — Sí, ellos lo estaban lastimando, y yo no iba a permitir eso... — tan solo recordarlo hacía a Ming sentirse enojada — no me contuve y... bueno, terminé en la dirección de la escuela...

Turning Red: La Adolescencia de MingWhere stories live. Discover now