Donde el poseedor de unos grandes ojitos de Bambi llegó a la vida de Yeonjun y Beomgyu para ganarse su corazón y así crear un bonito color: el amarillo.
❝El color favorito de todo lo contradictorio, o del optimismo al igual que de los celos. Es el...
Yeonjun soltó una pequeña risa, limpiando sus manos en su delantal rojo favorito ㅡQuién debería acompañarte sería yo, pero no, antes de empezar me preparé algo y continúe con la comida del niño.
Sentándose en su silla, el peligris mantuvo su mirada fija en el mayor que igualmente lo veía pero confundido ㅡNecesitará ropa.
ㅡEn los gabinetes aún quedó ropa que compramos el año pasado, creo que le quedarán ¿que edad crees que tiene?
ㅡNo más de cinco años, tal vez cuatro y medio, me pregunto si tiene papeles de identificación. No sabemos mucho de él.
ㅡLo averiguaremos más adelante pero primero velemos por su salud. Uh, iré a cambiarme, ya son las seisㅡ Beomgyu le dio un vistazo a la hora antes de ver a su pareja desaparecer de la cocina y seguido de eso, el ruido de la regadera.
ㅡ¡Beomgyu, no puedes tomar un panecito!
Sin embargo el peligris ya tenía sus mejillas llenas del pan de chocolate, algunas migas en sus labios y sus dedos apretando el papel decorativo que lo envolvía ㅡ¡No lo hade!ㅡ Antes de que el pálido saliera del cuarto de baño, salió corriendo a la habitación donde estaba el pequeño para limpiarse.
Alrededor de las siete menos diez, Yeonjun abría la puerta con estrellas pegadas fuera, viendo con ojos cariñosos a Beomgyu que cantaba con dulzura limpiando la frente del niño que dormía, con sus cabellos peinados hacia un lado y sus labios desplegados con una respiración tranquila.
ㅡMe voy, trataré de venir temprano para ayudarte, no importa qué pase tienes que llamarme o escribirmeㅡ Dijo acercándose al menor que se había puesto de pie, Yeonjun posó su mano izquierda en su mejilla antes de besarlo, saboreando el chocolate ㅡDebes nivelar tu azúcar mi amor.
ㅡPero Jun, me estaban haciendo ojitos y me conquistaron.
ㅡNo puedo enfadarme contigo, nos vemos más tarde.
Beomgyu le dejó un último beso antes de sonreírle ㅡTe amo.
El pálido le correspondió su sonrisa antes de retirarse y darle una mirada más al niño.
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Llevaba tiempo buscando un techo suficiente para cubrir su cuerpo, algunas telas en los basureros para la lluvia que se aproximaba, la comida en su bolsita se había terminado cuando unos hombres lo vieron y se la arrebataron y al intentar correr para escapar había tropezado hasta caer y lastimarse su tobillo, afortunadamente solo eran sobras porque su estómago le había exigido atención y no pudo negarse.
Lastimosamente no encontró ningún techo o caja para cubrirse, la lluvia lo había alcanzado y estar lastimado no ayudaba en su intento de sobrevivir. Poco a poco su cuerpo comenzó a sentirse extraño, pesado y doloroso, en cualquier momento caería, pero una dulce voz lo salvó.
