Donde el poseedor de unos grandes ojitos de Bambi llegó a la vida de Yeonjun y Beomgyu para ganarse su corazón y así crear un bonito color: el amarillo.
❝El color favorito de todo lo contradictorio, o del optimismo al igual que de los celos. Es el...
ㅡLamento tardarme, no encontraba mi impermeable. Bien bien, qué tenemos aquíㅡ Los ojos del castaño se abrieron con gran sorpresa, buscando una respuesta en los dos individuos que parecían desesperados ㅡ¿¡Qué hace un niño indigente aquí!?
ㅡ¡Eso es lo de menos Jake! Necesitamos urgentemente que lo salves, lo limpiamos lo más rápido que podíamos para que sus heridas no se infectaran más, pero necesito que lo revises adecuadamente.
Jaeyun notó la determinación en Yeonjun, su mano estaba siendo sujetada por Beomgyu, quien asentía a sus palabras.
No dudó y actuó como debía, sacó su maletín para revisar al infante.
Tocó su frente unos segundos antes de dirigirse a la pareja ㅡNecesito que lo saquen del agua, lo sequen y dejen en un lugar cómodo, la fiebre parece haber bajado pero necesitará de un paño húmedo.
ㅡ¿A que habitación lo llevamos?
ㅡA la habitación púrpura Beomgyu, no hay otra disponible. ㅡ El mencionado mordió su labio inferior desviando por un segundo la mirada, esa habitación estaba esperando por una pequeña persona que llevara el apellido Choi, su hijo. A pesar de sus pensamientos que involucraban sus sentimientos más íntimos, Yeonjun notó su mirada.
Quitó la cadena de la tina, tomando la su camiseta del pequeño para seguidamente, envolverlo en una toalla más grande y gruesa, tomándolo en brazos se dirigió a la habitación.
Dentro estaba Jaeyun, al igual que Yeonjun que colocaba uno de sus edredones y una almohada en la pequeña cama, recostó al niño y se alejó.
Estuvieron no más de una hora dentro, Jaeyun relataba las posibles enfermedades e infecciones que el menor podría tener, así como recetaba medicamentos para detener y prevenir en cualquier caso. Yeonjun los anotaba para comprarlos después.
En todo ese tiempo el menor se mantuvo dormido, soltaba algunas quejas en ocasiones, o pateaba a Jaeyun cuando intentaba revisarlo.
ㅡParece que se dobló el tobillo.
ㅡCuando lo vi, venía cojeando, ¿le dolerá mucho si lo compones?
ㅡNo tanto, la medicina que acabo de ponerle sirve como anestesia, sentirá un pellizco posiblemente.
Las manos de Jaeyun sostuvieron el pequeño tobillo del niño, contó hasta tres antes de componerlo, el peligris se escondió en el hombro del pálido, ambos cerrando los ojos evitando ver la mueca del pequeño.
ㅡBien, eso sería todo por hoy. Necesito ver sus reacciones los siguientes días, así como su mejoramiento, cuando despierte deben alimentarlo en cantidades que él pueda digerir, nada de dulces hasta que les indique ¿de acuerdo familia?
Los brazos de Beomgyu rodearon el torso de Jaeyun ㅡMuchas gracias Jake, acabas de salvarlo.
ㅡ¡Qué dices Beomgyu! Ustedes lo hicieron, lo salvaron.
Los ojos del mencionado se posaron en la personita que dormía entre los edredones, hacía muecas y mantenía su boquita abierta, se preguntó si acaso estaba incómodo o eran pesadillas. Después de agradecerle a Jaeyun por sus servicios con una agradable cena que él pidió a cambio, se despidieron y la pareja se quedó en la habitación color púrpura, velando por las necesidades que llegara a tener el niño, como las náuseas de madrugada y los trapitos mojados para la fiebre. Nada de eso los molestó, ni cansó.
ㅡJun, deberías ir a dormir, yo no tengo trabajo mañana.
ㅡPero cariño, no quiero dejarte aquí.
ㅡHe pasado más de cuarenta y ocho horas frente a un computador, cuidarlo no es nada. Ve a dormir. ㅡ Dijo poniéndose de pie, yendo hacia el mayor que lo recibió entre sus brazos antes de darle un dulce beso. ㅡBuenas noches, te quiero.
ㅡYo también te quiero.
Con una última sonrisa Yeonjun se retiró a la habitación principal, dejando entre la silla mecedora a Beomgyu que observaba con cariño al menor.
ㅡDesde ahora vamos a cuidar bien de ti pequeño, lo prometo.
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