✧ Capítulo XXV ✧

46 15 0
                                    

—¡Minhyung! —gritó su nombre, una y otra vez, a pesar de saber que era inútil. Las llamas se arremolinaban a su alrededor, creando un muro de fuego que lo mantenía separado de su novio. El calor era insoportable, pero Minseok no podía apartar la mirada de las llamaradas que devoraban el edificio. Su mente estaba llena de pensamientos oscuros y terribles, pero se negó a aceptarlos. No podía, no mientras Minhyung estuviera en peligro. Incluso aunque significara dar su vida, no estaba dispuesto a simplemente rendirse. 

Entonces, una idea ingeniosa cruzó su mente. Sabía que no tenía la fuerza física para mover los escombros que bloqueaban la puerta, pero tenía otra ventaja: su tamaño. Respirando profundamente, se lanzó al suelo y comenzó a gatear a través de un espacio angosto en el que apenas podía caber. El calor y el humo eran insoportables, pero estaba decidido a llegar hasta donde se encontraba Minhyung. Los segundos se sintieron como horas mientras avanzaba, sintiendo cada centímetro de su cuerpo arder, las lágrimas se mezclaban con el hollín en su rostro mientras su corazón latía con fuerza, no podía permitirse dudar ni un segundo. Guiado por el sonido del crepitar de las llamas y la tos debilitada del mayor, Minseok avanzó lentamente por el interior del edificio en ruinas. Cada avance era peligroso, ya que los escombros y los muebles incendiados bloqueaban su camino, la piel de sus manos se quemaba por el contacto con los objetos candentes, y su ropa estaba chamuscada, pero nada lo detendría.

Finalmente, después de lo que le pareció una eternidad, vio un destello de la figura de Minhyung en medio del caos. Estaba tendido en el suelo, tosiendo y luchando por respirar, pero estaba vivo. Minseok sintió un alivio abrumador al verlo, pero sabía que no podía perder más tiempo. Después de un último esfuerzo heroico, Minseok llegó a donde estaba su novio. El mayor estaba tosiendo violentamente, tratando desesperadamente de llenar sus pulmones con aire. Sus ojos se abrieron con sorpresa al ver al otro de nuevo a su lado.

—¡Minseok! —exclamó entre tosidos, su voz ronca por el humo.—¿Qué haces aquí?—A este punto el mayor creía que estaba delirando debido a la falta de oxigeno.

Minseok, con sus ojos llenos de lágrimas y su voz temblorosa, respondió con determinación.—No podía dejarte solo... No importa lo que pase, estamos juntos en esto.

El mayor asintió débilmente, su mirada llena de gratitud y amor, ahora con Minseok a su lado, sintió una fuerza que nunca antes había sentido. Juntos, lucharon por ponerse de pie, pero sus cuerpos estaban agotados y heridos. El tiempo se agotaba, las llamas se acercaban rápidamente y la falta de oxígeno los debilitaba aún más. La viga que se había derrumbado bloqueando su camino antes ahora parecía un desafío insuperable. Sin embargo, el menor no se rindió. Miró a su alrededor y encontró una tabla larga y resistente que yacía entre los escombros. Sabía que no tenía la fuerza para moverla por sí solo, pero con la ayuda de Minhyung, podrían intentarlo. Con decisión, ambos tomaron la tabla y la utilizaron como una palanca improvisada, aplicando toda la fuerza que pudieron para levantarla y empujarla hacia un lado. El humo espeso y el calor abrasador hacían que cada movimiento fuera agotador, pero no se dieron por vencidos. Después de varios intentos tortuosos, la tabla se movió lo suficiente como para crear un espacio por el que pudieran pasar. Minseok, aún débil y tosiendo, fue el primero en pasar a través de la brecha. Minhyung lo siguió de cerca, sus corazones latiendo con fuerza mientras escapaban de las llamas que amenazaban con engullirlos. 

Juntos lograron pasar a través del estrecho hueco, encontrándose en un rincón del edificio que, aunque no estaba tan afectado por las llamas, aún estaba lleno de humo oscuro y peligroso. Se apoyaron mutuamente mientras tosían y luchaban por respirar en el aire viciado. Estaban agotados y heridos, pero se aferraban a la esperanza de que podrían sobrevivir juntos. La esquina en la que se encontraban proporcionaba un breve respiro del fuego furioso, pero sabían que no podían quedarse allí mucho tiempo. El tiempo seguía siendo su enemigo mientras las llamas avanzaban, consumiendo el lugar a su alrededor. Minseok apoyó su frente en la de Minhyung mientras el humo se hacía más y más espeso entorno a ellos. Sus pensamientos se volvieron introspectivos, y cada recuerdo compartido, cada risa y cada desafío que habían enfrentado juntos pasaron por sus mentes. A medida que aquel aire tóxico se espesaba y los rodeaba, la falta de oxígeno se hizo más intensa. Minhyung sintió que su cuerpo se quebrantaba aún más, y sus pensamientos se volvieron borrosos. Cerró los ojos por un momento, sintiendo que la conciencia se desvanecía lentamente. En ese último instante, cuando parecía que todo estaba perdido, no pudieron evitar pensar que al menos estaban juntos. A pesar de las circunstancias terribles, estaban juntos, apoyándose mutuamente en su hora más oscura. No podían imaginar una forma mejor de enfrentar la posibilidad de la muerte que al lado de la persona a la que amaban con todo su corazón. Entonces, el humo y la oscuridad se cerraron a su alrededor, y sus pensamientos se desvanecieron en la niebla. Juntos, se sumieron en la inconsciencia, con sus manos entrelazadas como un último gesto de amor y valentía.

Shooting star ;; Keria x GumayusiWhere stories live. Discover now