20. Disfrutar

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- Dos kilos con novecientos dos gramos, cincuenta y siete centímetros de largo

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- Dos kilos con novecientos dos gramos, cincuenta y siete centímetros de largo. – se la entrega la pediatra – Esta perfecta.

- Ay mi cielo. – besa su cabecita.

- Ya puede amamantarla si gusta. Cualquier cosa ya sabe, presione el botón y vendremos enseguida. Con permiso. – se retira.

- Gracias. – sonríe – Hola Victoria. – toma su manita – Se parece mucho a Lucía.

- Sí... - la mira boba - ¿Qué pasa? – la nota hacer puchero – toma la cobija.

- Mira como busca tu pecho. – agarra la cobija y le da la sábana.

- Ya voy mi cielo. – la acomoda cubriéndola con la sabana– Eso es, ábrela más grande. – la estimula con su seno para lograr un mejor agarre – Y ahí está. – sonríe viéndola mamar.

- ¿Duele? – la observa admirado.

- No por el momento – sonríe – Espérate a la tercera vez que me toque darle de comer. – lo voltea a ver - ¿Ya avisaste allá afuera que Victoria nació?

- ¡IH! – abre los ojos de par en par – Se me olvidó, pero ahorita voy. – se acerca a ella – Te amo, Marcia. Te amo más que a mi vida.

- Yo te amo más mi cielo. – responde el beso que Esteban le da – Ándale que ya deben estar histéricos.


Y si, en cuanto Esteban puso un pie en la sala de espera los cuatro se fueron encima de él.


- ¿Ya nació?

- ¿Cómo está mi mamá?

- ¿La bebé como esta?

- ¿Por qué tardaron tanto?

- Sí, ya nació, ambas están bien, todo está bien. – responde con una sonrisa – Acompáñenme, pero en silencio porque está comiendo. – advierte.

- Hola – sonríe haciendo una señal de silencio.

- Ay no... - susurra Lucía.

- Ya se durmió – habla bajito.

- ¿Cómo estás cuñada? – sonríe acercándose – Es preciosa.

- Ay Inés, estoy muy feliz. – sonríe viendo a sus hijos.

- Es divina. – dice Hugo quitando la sabana de la carita de Victoria.

- Que cachetotes. – dice Rafael riendo bajito.

- Oye. – lo pellizca – Ay no, shhh. – la arrulla – Casi la despiertas, menso.

- Perdón...


Pasaron otro rato mirando como bobos a Victoria, mientras que Marcia le contaba todo a Inés sobre el parto y Victoria.


- Pensé que pesaba más. – se acerca Lucía – está pachoncita.

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