12. ¿Vengaza?

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- ¡Hola! Buenas tardes

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- ¡Hola! Buenas tardes. – deja la maleta.

- Hola mi vida.

- ¡Mamá! – corre a abrazarla.

A pesar de verse cada fin de semana, Rafael saludaba a su familia como si hubieran pasado siglos desde la última vez que los vio. La pelirroja y el joven se fundieron en un abrazo lleno de cariño. Para él Marcia era su madre, su corazón la había elegido como tal desde el momento en que la conoció y lo mismo por parte de la ella; desde que le presentaron a Rafael lo trató como un hijo más, nunca hizo distinciones entre los hijos que tuvo con Esteban y él.

Desde anoche ella había comenzado a sentir cierta incomodidad en el pecho, era entre angustia y celos. El hecho de que la madre biológica de Rafael estuviera presente la hacía pensar en la posibilidad en que Rafael quisiera compartir con ella, eso le daba celos, él era de ella, por otro lado, le angustiaba que esa mujer le fuera a hacer daño. Estuvo toda la mañana deseando verlo, sentía la necesidad de tenerlo cerca para estar tranquila.


- ¿Cómo estás, corazón? – lo toma de las mejillas.

- Bien – sonríe – feliz de verte.

- ¡Ay mi niño! – le besa la mejilla.

- ¿Mi hermanita cómo está?

- Yo muy bien hijo, algo cansada... - camina hacia el sofá.

- Mamá... - ríe.

- Ella esta perfecta mi cielo. – se sienta

- ¿Tú cómo has estado? – la imita.

- Muy bien, estuve un tiempo cargada de trabajo, pero ahora ya no tanto, así que aquí me vas a tener todos los días que estés aquí todo el día. – lo jala a un abrazo.

- Yo encantado. – la abraza, pero se separa inmediatamente.

- No le gusta que invadan su espacio. – ríe al ver su cara.


Compartieron un rato bastante agradable entre los dos mientras Marcia preparaba el almuerzo con ayuda de Rafael. Dos horas después se encontraban los seis integrantes de la familia y una bebé, comiendo entre risas y anécdotas. Esteban antes regresar a casa despejó toda su agenda y adelantó pendientes pues planeaba pasar el resto del día en casa para hablar con su hijo menor.

Para la tarde, Hugo volvió a la empresa, Inés y Lucía quedaron de verse con el novio de la joven para llevar unas donaciones al orfanato del padre José, por lo que en casa solo se encontraban Rafael, Marcia y Esteban.


- Hijo, quisiera que habláramos un momento. – lo guía a la sala.

- ¿Sobre qué, pa? – se sienta a un lado de la pelirroja.

- Sobre tu mamá...

- Biológica, mi amor. – dice al ver que la miraba preocupado.

- ¿Por qué vamos a hablar de ella ahora?

AeternumDonde viven las historias. Descúbrelo ahora