𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 68

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Al oír mi grito, Edén se quedó perplejo.

"Oye."

Pero no tenía ganas de ser consolado.

No estaba llorando porque estaba triste.

Era todo complicado.
Se sentía como si mi cabeza
estuviera siendo azotada con un burbujeador.

Disparé con fiereza.

"No mires atrás. Sigue adelante".

Eden parecía confundido sobre si debería escucharme o si debería ignorarme y detenerse para apaciguarme.
Sus palabras se detuvieron.

"¡Vamos!"

Pero cuando grité con voz llorosa desde atrás, 'Está
bien'.

Respondió y comenzó a correr.

Así que corrí también.Un viento terriblemente frío me abofeteó la cara como
un rasguño y la tiró hacia el capó.

Sentí que las puntas de mis orejas se iban a caer.
Pero seguí corriendo sin decirle que se detuviera o que fuera despacio.

Las estrellas comenzaron a caer desde lo alto del cielo.
De repente, sentí la necesidad de gritar.

"¡Ah, ah, ah, ah!"

El sonido que había recogido desde el interior de la nave
fue pronunciado con todas sus fuerzas.

Eden miró hacia atrás con sorpresa.

Miró a su alrededor, pero no había ninguna casa
privada.

No importaba lo fuerte que fuera, nadie podía decir
nada.

Grité una vez más.

"¡Ahhh!"

Mis gritos fueron arrastrados por el viento en un
instante.

No había lugar para reflejar el sonido, así que no
volvió y simplemente se evaporó.

El calor de su cuerpo estaba hirviendo, pero su piel
estaba fría y perdió la sensibilidad.

Seguí gritando como para recordar lo que estaba
conteniendo en mi interior. El caballo no se sobresaltó por mis gritos y corrió a una velocidad agradable.

Después de un tiempo, mi garganta estaba relajada.
Me eché a reír.

De alguna manera fue muy frustrante. Dejando a Actilus
solo con equipaje ligero y corriendo en un campo
congelado.

Aunque no sabía lo que le esperaba ahora, estaba más
aliviado que preocupado.

"¡Oye!"

Me adelanté a Eden.

"¡Oye!"

Eden entró en pánico y aceleró al mismo tiempo.
Las lágrimas brotaron de mis ojos de nuevo.

Pero no era la misma confusión que antes.

Una indescriptible sensación de liberación comenzó a
llenar el lugar vaciado por los gritos estaba obsesionado con sobrevivir.

Me aferraba a escapar de momento a momento.
Siempre estaba al acecho y enfocado solo en superar la
crisis.

Pero ahora no importaba si gritaba o corría a voluntad fue gratis por primera vez.

En el mundo anterior y en este mundo, seguí siendo
empujado a la situación.
Pero ahora había una sensación refrescante que venía de tirar todo.

Esposo VILLANO la que te obsesiona está allá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora