Capítulo 32. Memorias en conflicto [✅]

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Narra Brooklyn

—No sé de dónde sacaste tanto cabello —dice Mamá mientras batalla con mis... Bueno, no sé si a esto se le puede llamar rizos, con crema para peinar en un atomizador con agua, ligas y un peine bastante grueso a mi parecer.

—Trenzar mi cabello no fue una buena idea, llegaré con dolor de cabeza a la oficina y eso no será bueno para nadie —discuto sutilmente porque llevo unos cuarenta minutos o quizá más en una mala posición sentado en este pequeño banco.

— ¿Cómo te sientes hoy? —me lo pregunta un poco después con un tono de voz suyo que distingo del resto.

—Mamá —me quejo en voz baja—, voy a estar bien —se lo hago saber teniendo un par de recuerdos muy vívidos cuando no era así, pero enfoco mi mente en otra cosa para no recordar esas situaciones.

—Aún recuerdo cuando te dije que soy gay —hago un pésimo intento de cambiar de tema—, esa misma noche conocí a Evan en un bar cercano, golpeó a Rory con la puerta y unos cuantos minutos después lo estaba besando bajo la lluvia. Jamás pensé que lo vería otra vez, pero resultó ser el mejor amigo de tío Charles y mi jefe. Sé que tal vez sea un error estar con él y con Tyron a la vez, pero creo que ya no hay vuelta atrás —mi conversación con mi mamá se vuelve un poco unilateral después de decir eso.

—No quiero que salgas lastimado después de esto —me lo dice un poco después con preocupación.

—Mamá, me aseguraré de que nunca nadie más me va a poder lastimar a mí o a las personas que amo —se lo digo con seguridad pensando en todas esas horas que pasé en entrenamiento militar.

—Las personas que te aman también pueden lastimarte —argumenta dando un suspiro al decirlo lo último yo asiento dándole la razón, por supuesto que lo sé.

—Créeme que lo sé —se lo digo con convicción recordando que mi relación con Wyatt no siempre fue todo color rosa, tuvimos fuertes discusiones y ella lo sabe.

—Yo nunca te voy a lastimar —esbozo una sonrisa burlona al escuchar la voz de Rory—, bueno... no más de lo que te lastimaron aquellas botas de tacón en el festival de invierno ¿lo recuerdas? —se burla de mis desgracias.

—Cómo olvidarlo —soy sarcástico.

—He terminado —celebra mamá dando un suspiro de alivio dándole los últimos retoques.

—Se ve muy bien —Rory elogia el esfuerzo de mamá.

—Gracias Rory —le agradece ella, entonces incorporo mi trasero del pequeño banco para verme en el espejo quedándome muy sorprendido por el resultado.

—Mamá, esto es increíble. Muchas gracias —se lo agradezco mientras me acerco a ella para darle un abrazo por varios minutos que nos pone algo sentimentales.

—De nada mi amor, te ves tan hermoso como siempre —dice antes de que rompamos nuestro abrazo, me da una caricia en la mejilla antes de plantar un beso en esta y luego se despide de ambos para marcharse dejando un cálida sensación en mi ser.

—Mamá está preocupada por cómo pueda reaccionar el día hoy —hago esa observación viéndolo desde su punto de vista.

— ¿Puedes culparla? Ya las has pasado mal otras veces —lo escucho decir mientras giro y dirijo mis pasos a mi cómoda para verme en el espejo disfrutando mi atuendo el cual consta de un traje verde olivo a la medida de pantalones anchos, camisa de manga larga ajustada con un corset integrado que tiene una abertura en la espalda y unos zapatos de tacón del mismo color que me pondré en un momento.

—Siento que esta vez va a ser diferente —digo entre un suspiro pensando si me gustaría un poco más de maquillaje.

—No uses más maquillaje, así estás bien —sugiere mi mejor amigo al anticipar mi pensar mientras se acerca y me da un abrazo en la espalda apoyando su mentón en mi hombro dándome una mirada divertida que puedo ver por nuestro reflejo en el espejo, entonces poso mis brazos sobre los suyos.

Perdido en ti© [En Edición]Where stories live. Discover now